La escena no deja de sorprender: una cría de corzo (Capreolus capreolus), apenas con unos días de vida, apareció el pasado 13 de junio en el salón de una casa situada en plena ciudad de Zaragoza. El animal había sido recogido por un vecino que, según explicó, la halló sola en una carretera y decidió llevársela a casa.
La noticia, hecha pública por la Guardia Civil, ha provocado reacciones diversas entre quienes desconocen que, por ley, está prohibido tener animales silvestres en domicilios particulares. Según el comunicado oficial, fueron los agentes del SEPRONA de Casablanca quienes, tras recibir una denuncia anónima, se presentaron en la vivienda y comprobaron la presencia del pequeño corzo.
El animal se encontraba en aparente buen estado de salud. El hombre que lo había recogido afirmó que su intención no era retenerlo indefinidamente, sino llevarlo a un centro de recuperación, aunque aún no había iniciado ninguna gestión para ello.
La ley es clara: está prohibido retener fauna salvaje
Según establece el artículo 32 de la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, las autoridades están obligadas a intervenir en casos como este y a trasladar a los animales silvestres a centros adecuados para su atención. Así lo hizo el SEPRONA, que se encargó de contactar con diversos centros de fauna para encontrar un destino adecuado para la cría.
«Cuando las autoridades competentes tengan conocimiento de la existencia de animales silvestres en contra de lo dispuesto en esta ley, adoptarán las medidas necesarias para su intervención y puesta a disposición de centros de protección de animales silvestres, zoológicos o entidades de protección animal», recuerda expresamente el artículo.
Un nuevo hogar en el Pirineo
Ese mismo día, el 13 de junio, personal del Parque Faunístico de Lacuniacha, en Piedrafita de Jaca (Huesca), se desplazó hasta dependencias oficiales de la Guardia Civil para recoger a la cría. Desde entonces, el pequeño corzo ha sido trasladado y acogido en sus instalaciones.
Los responsables del parque aseguran que el animal se encuentra en muy buen estado de salud y muestra vitalidad y buena respuesta a los cuidados iniciales. Allí permanecerá hasta que los especialistas determinen cuál es su evolución y qué opciones existen para su futuro.
Una advertencia a quienes recogen animales salvajes
Aunque las intenciones de este ciudadano pudieran haber sido nobles, las autoridades recuerdan que recoger fauna salvaje sin autorización puede suponer una infracción administrativa o incluso penal. Lo que muchos aún desconocen es que las crías de corzo permanecen solas temporalmente mientras sus madres se alejan para alimentarse o evitar llamar la atención de los depredadores.
La Guardia Civil insiste en que lo correcto es no intervenir, observar a distancia y alertar al 112 si se sospecha que el animal está en peligro o abandonado. Solo los técnicos de medio ambiente o agentes forestales están capacitados para evaluar la situación y actuar en consecuencia.