El corzo (Capreolus capreolus) es un gran conocido de los cazadores por ser una de las especies cinegéticas más comunes en nuestros montes y más valoradas. Se trata del más pequeño de los cérvidos europeos con un grado de dimorfismo sexual relativamente bajo, por lo que los machos no suelen ser mucho más grandes que las hembras.
Es considerada una especie de cérvido en continua expansión por su fácil adaptabilidad y que las hembras pueden tener partos de hasta tres crías. En nuestro país, principalmente se distribuyen por la Cordillera Cantábrica, Pirineos y Sistemas Ibérico y Central.
Respecto a su alimentación, en ella no pueden faltar las hojas de árboles y arbustos, bayas y brotes tiernos. Su comportamiento alimentario es muy selectivo y se basa, preferentemente, en materia vegetal de alto nivel nutritivo con bajo contenido en fibra, aunque en muchos lugares de Europa, su dieta se constituye por grano de origen agrícola.
¿Setas en la dieta del corzo?
Ahora, un vídeo de Facebook ha abierto una nueva duda acerca de este asunto. En él se ve un ejemplar de corzo comiéndose una seta que ha encontrado en mitad del pasto, pero lo cierto es que este tipo de alimento no forma parte de su alimentación habitual. O al menos eso pensábamos.
Acerca de este aspecto habla el ‘Estudio sobre la alimentación del corzo en España‘. En él analizan el contenido estomacal de 112 ejemplares de esta especie para descubrir, de primera mano, qué alimentos componen, en realidad, la dieta de estos animales en nuestro país.
Sí, los animales también se colocan: el caso de los corzos borrachos
De este modo, sus conclusiones mostraron que, sobre todo en ciertas zonas del territorio español, la especie más importante en la alimentación de los corzos, a lo largo de todo el año, era el roble (Quercus pyrenaica).
Además de esto, otras especies relevantes que solo aparecieron en determinadas épocas fueron el haya común (Fagus sylvatica), el abedul común (Betula pendula) y diversas especies de hongos que destacan en verano y en otoño. Por lo tanto, esto último respalda lo mostrado en el vídeo al que nos hemos referido. Sí, también comen setas.