El pasado miércoles, un corzo provocó un aparatoso accidente atravesando el parabrisas de un coche en el que viajaba una familia. Mientras ésta se dirigía por la autopista A43 de Francia una boda en Lyon, la pareja y su hijo vieron cómo el cérvido cruzó varios carriles de circulación. El animal impactó contra el vehículo y acabó en el asiento del pasajero.

El hombre que conducía el coche, un Renault Mégane, no pudo hacer nada para evitar la colisión con el animal, que corría a toda velocidad. En el momento del choque, el corzo dio un salto, y en lugar de salir despedido, literalmente rompió el parabrisas y se estrelló contra el asiento del pasajero.

Por suerte, la mujer no estaba sentada del lado del copiloto, sino que había tomado asiento en la parte trasera del vehículo cerca de su hijo. Si este último hubiera estado sentado en ese lugar, las consecuencias del choque hubieran sido dramáticas.

Al final, el hombre y el niño fueron llevados al hospital de la ciudad de Bourgoin-Jallieu para ser examinados, pero no sufrieron lesiones graves.