La historia de este corzo multipuntas de Guadalajara empezó una mañana de marzo, cuando A.H. salió junto a su padre a controlar otro macho que tenían localizado. Pero, de pronto, apareció este. En cuanto lo vieron con los prismáticos, supieron que ese corzo era especial. «Nos pareció algo único y decidimos cambiar todos los planes del año para centrarnos en él», nos cuenta.

Volvieron al monte durante varios días de marzo y abril, siempre controlándolo a distancia con los prismáticos y la cámara de fotos. Lo veían con frecuencia hasta que, en mayo, decidieron ir a por él. «Fue el día del rececho. Mi padre se puso a tiro, pero falló. Aquel día hubo tormenta y una granizada tremenda», recuerda A.H.

«Pensamos que no iba a volver a dar la cara»

«A los cuatro días me tocaba ir a mi y, aunque con pocas expectativas, fui a la misma zona. Creíamos que, tras ese tiro, iba a desaparecer», reconoce. Pero la suerte quiso otra cosa.

Detalle del trofeo del corzo abatido. © A.H.

Nada más llegar al lugar donde habían estado tantas veces, se sentaron y lo vieron aparecer a lo lejos, a unos 400 metros. «Decidí dejar a mi padre y bajarme un poco más para tirarle tumbado». El corzo se fue acercando hasta situarse a unos 250 metros. A.H. disparó con su Savage 111 en 7 mm Remington Magnum, cargado con munición Hornady SST Performance de 180 grains.

«El corzo estaba herido, se levantó y tuve que rematarlo»

Dejaron pasar media hora antes de acercarse al lugar del tiro. Cuando llegaron, el animal, aunque herido, aún tenía fuerzas. Se levantó, corrió unos metros y A.H. tuvo que rematarlo. «Cuando nos acercamos, la emoción fue inmensa», reconoce el cazador.


Un joven de Guadalajara caza dos corzos en solo una hora


El joven cazador junto al corzo. © A.H.

«Toda la experiencia acumulada con este animal, desde el primer avistamiento hasta el fallo de mi padre, todo formaba parte de una historia que no voy a olvidar nunca», añade. Según asegura el cazador, ahora mismo están esperando la medición definitiva del trofeo para saber con certeza cuantos puntos puede alcanzar. Independientemente de ello, a buen seguro este inolvidable rececho quedará grabado para siempre en su memoria.

Un detalle más de la cuerna del corzo abatido. © A.H.

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