Los aficionados a la caza en puesto fijo de palomas y zorzales están a punto de recibir buenas noticias. En lo que respecta a estas dos especies de aves, los movimientos migratorios que estas protagonizan ya han empezado a coger forma y, de este modo, están llevando a nuestro país.

Sobre ello se ha pronunciado la web palomeando.es, desde la que han aportado datos de las cifras más actuales en este aspecto. Tan solo 24 horas antes de esta nueva información, en Jara y Sedal nos hacíamos eco de la gran cantidad de ejemplares de esta especie que se esperaba que entraran en España.

En concreto, más de un millón de palomas habían entrado en Francia y estaban avanzando hacia nuestra frontera. Asimismo, en su perfil de Facebook explicaron que estas torcaces «han entrado por Alemania y Suiza».

El avance de las palomas torcaces en Europa

Ahora, la web ha añadido que, por segunda jornada consecutiva, hay «mucha paloma moviéndose en Europa». Teniendo solo en cuenta a los Países Bajos y Bélgica, se han contabilizado un total superior al millón de palomas.

Además, Francia ha recibido 243.290 palomas nuevas y Landas sigue acumulando miles de torcaces. Del mismo modo, de Polonia a Alemania se han registrado 88.500 torcaces pasando. Por último, desde Suecia han salido 34.700 ejemplares durante la última jornada.


Más de un millón de palomas avanzan hacia España en el primer ‘pelotazo’ migratorio de 2023


Paloma torcaz.
Paloma torcaz. © Shutterstock

Los efectos del cambio climático en la migración de la torcaz

Es muy útil tener conocimiento de que el calentamiento global tiene relevantes efectos en estos movimientos de las palomas torcaces. Al dar lugar a inviernos más suaves, muchas no migran o se produce un retraso en la migración. Por ello, buscan rutas alternativas para protegerse a lo largo de los Pirineos en las zonas menos afectadas por el viento de cara.

El predominio del viento del sur da lugar a que se desplacen hacia una ruta por la costa noroeste. Sin embargo, hay otra explicación para este cambio. Se trata del aumento de los parque eólicos en los collados de los montes en los que se encuentran los pasos que generan brutales campos magnéticos.

Por lo tanto, este aspecto obliga a las palomas a buscar desbocadamente otras rutas migratorias para esquivar dichas instalaciones.