El siguiente vídeo ha sido publicado por el canal de YouTube Kmara David, un videoaficionado que cuenta con más de 178.000 suscriptores. Éste muestra en la filmación cómo las liebres hacen sus camas, lugares en los que durante el día suelen permanecer encamadas y que ellas mismas preparan con sus patas.
«Las liebres que aparecen en el vídeo se debieron levantar de su cama a mi paso al alto del cerro», explica en la filmación el productor del increíble vídeo. «Al cabo de una hora aproximadamente, volvieron por la zona para volver a hacer la cama, momento en el que pude tomar éstas imágenes», añade.
«Son buenas noticias para la liebre este año dado que pude grabar unos seis ejemplares distintos en unas tres horas», señala sobre la recuperación de la especie en cuanto a la mixomatosis.
Así son sus camas
Las liebres encamadas se pueden localizar en prácticamente cualquier lugar y orientación, aunque demuestran una tendencia a preparar sus camas junto a arbustos, montones de paja, hierbas altas, juncos o accidentes del terreno que le faciliten un mayor mimetismo. Si no es molestada no suele salir de su encame hasta que empieza a anochecer, regresando antes de que amanezca, si bien en épocas de celo puede prolongar su actividad durante las primeras y últimas horas del día.
En el caso de que sea descubierta o se sienta amenazada en su encame lo abandona aprovechando para ello su extraordinaria velocidad, que en plena carrera puede superar los 60 kilómetros por hora.
La liebre ibérica es un emblema y una joya de la fauna de nuestro país. La Península ha albergado cuatro especies de liebre durante las últimas glaciaciones y hoy son tres las que aún podemos encontrar en nuestro territorio: la de piornal (Lepus castroviejoi, Palacios 1976), la ibérica (Lepus granatensis, Rosenhauer 1856) –ambas endémicas de nuestro territorio– y la europea (Lepus europaeus, Pallas 1778), la predominante en el resto del Viejo Continente.