Por Pilar Ruiz (Veterinaria)

Como en tantas otras enfermedades, la primera medida para evitar que tu perro de caza contraiga la leishmaniosis es la prevención. La leishmaniosis es una enfermedad transmitida por un parásito protozoario de la mosca de arena o flebotomo de aspecto inocente. Al menos hay 90 especies de mosca de arena y alcanza a 20 especies de mosquito leishmania que pueden difundir esta enfermedad.

1-. Usa pipetas y/o ponle un collar que repela flebotomos

Lo más importante en la prevención de la leishmaniosis es, evidentemente, evitar que el mosquito le pique aplicando repelentes que incluyan los flebótomos en su espectro de acción, como los collares Scalibor y Seresto  o pipetas como Advantix, Frontline Triact, Vectra  o Effitix.

En el caso de las pipetas, su efecto se reduce bastante con el agua, así que si nuestro perro se moja con frecuencia deberemos aplicarlas cada dos o tres semanas.

2-. Limpia su collar y acondiciona las perreras

Si optamos por el collar tendremos que limpiarlo con un paño húmedo cuando se ensucie para evitar que se obstruyan los poros. Si nuestro compañero vive en el exterior en una zona con presencia de este mosquito evitaremos el uso de luz artificial durante el crepúsculo y la noche para no atraerlos.

También podemos acondicionar las perreras para que no tengan lugares de cría y refugio del mosquito, limpiando los alrededores de escombros y vegetación, alisando las paredes exteriores e interiores para elimiar huecos e irregularidades y poniendo mosquiteras.

3-. Aumenta sus defensas

Otra medida fundamental es aumentar sus defensas para frenar el desarrollo de la enfermedad, algo que podemos conseguir con vacunas específicas como Canileish o Letifend.

También podemos utilizar Leisguard, un jarabe que tiene una eficacia similar al de la vacuna, siendo más económico –25 euros para un perro de 20 kilos–. Su efecto dura hasta cuatro meses.

Con estas medidas será mucho más difícil que tu perro llegue a contraer esta enfermedad de peligrosas consecuencias.