La visión térmica es una tecnología que permite detectar la radiación infrarroja emitida por los cuerpos en función de su temperatura. Dicho en otras palabras: capta el calor emitido por los cuerpos, tanto de día como de noche, y lo muestra en una pantalla a través de diferentes colores. Esta ventaja puede ser muy útil para la caza, ya que nos permite localizar y analizar a los animales con mayor facilidad y seguridad, sin depender de la luz ambiental ni de la vegetación. También aporta mayor seguridad a la hora de realizar el disparo, especialmente por la noche, ya que nos permite identificar perfectamente nuestro objetivo para evitar errores o accidentes.
Un monocular de visión térmica es un dispositivo portátil que se puede usar con una sola mano y que incorpora una cámara térmica, una pantalla y una batería. Algunos modelos también cuentan con funciones adicionales como zoom digital, grabación de vídeo o conexión wifi. Además, hay modelos que se pueden usar como complemento de un visor convencional y como alternativa a los prismáticos o binoculares térmicos.
¿En qué debo fijarme para comprar un monocular de visión térmica para cazar?
Los dispositivos de visión térmica no son precisamente baratos, por eso es normal que quieras asegurarte bien de que el modelo que compras es lo suficientemente bueno como para desembolsar esos euros que tanto esfuerzo te ha costado ahorrar. Para no equivocarte, debes fijarte en siete características: la resolución y la sensibilidad del sensor, los aumentos y el campo de visión, el zoom digital y la estabilización de imagen, la pantalla y el tipo de imagen, la batería y la autonomía, el diseño y la ergonomía, el precio y la garantía.
1. Resolución y sensibilidad del sensor
El sensor del monocular térmico es el componente que capta la radiación infrarroja y la convierte en una imagen visible. Su sensibilidad se mide en micras y determina la capacidad de detectar pequeñas diferencias de temperatura. Uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir un monocular es el tamaño del sensor que incorpora. Estos pueden variar desde los 160×120 píxeles hasta los 640×512 píxeles. Los sensores más pequeños suelen ser más baratos y más ligeros, pero también ofrecen una calidad de imagen más baja y un menor alcance de detección. Los sensores más grandes suelen ser más caros y más pesados, pero también ofrecen una calidad de imagen más alta y un mayor alcance de detección.
Cuanto mayor sea la resolución y menor sea la sensibilidad, mejor será la calidad de imagen. La resolución de la pantalla se mide en píxeles y determina la nitidez y el detalle de la imagen. El sensor también puede ser refrigerado (o no).
2. Aumentos y campo de visión
Los aumentos de las lentes del monocular son el factor que determina el tamaño de la imagen en relación con el tamaño real del objeto. Cuanto mayor sea el aumento, más cerca podrás verá tus objetivos, pero también más estrecho será el campo de visión. El campo de visión es el ángulo que abarca la imagen y determina la amplitud de la escena que se puede ver. Cuanto mayor sea el campo de visión, más amplia será la imagen, pero también podrás ver objetivos más lejanos.
3. Zoom digital y estabilización de imagen
El zoom digital es una función que permite ampliar la imagen sin cambiar el objetivo. Tiene la ventaja de acercar más el objeto sin perder campo de visión, pero tiene el inconveniente de reducir la resolución y la calidad de imagen. La estabilización de imagen es una función que compensa los movimientos involuntarios del dispositivo y evita que la imagen salga borrosa o temblorosa. Es muy práctico para observar animales, especialmente cuando se encuentran a larga distancia, puesto que compensa el temblor involuntario de la mano del cazador.
4. Pantalla y tipo de imagen
La pantalla es el componente que muestra la imagen captada por el sensor. Su tamaño y resolución influyen en la comodidad y claridad de la visualización. Puede ser LCD, OLED o LCOS, cada uno con sus ventajas e inconvenientes en cuanto a brillo, contraste y consumo. El tipo de imagen que muestra puede ser monocromática (blanco y negro) o policromática (colores falsos), el usuario puede elegir cada una en función de sus preferencias según el gusto y la situación.
5. Batería y autonomía
La batería es el componente que alimenta el dispositivo y determina su autonomía o duración. Su capacidad se mide en miliamperios hora (mAh) y su voltaje en voltios (V). Cuanto mayor sea la capacidad y menor sea el voltaje, mayor será la autonomía. También hay que tener en cuenta el tipo de batería (recargable o desechable) y el sistema de carga (externo o interno).
6. Diseño y ergonomía
El diseño y la ergonomía son aspectos que influyen en la facilidad y comodidad de uso del dispositivo. Hay que tener en cuenta el peso, el tamaño, la forma, los materiales, los botones, los menús, los accesorios y las funciones adicionales. Ten en cuenta que lo usarás en el campo, a menudo sujetándolo solo con una mano y estará expuesto a las inclemencias del tiempo, por eso, asegúrate que es resistente al agua, al polvo, a los golpes y a las temperaturas extremas.
7. Precio y garantía
El precio que estás dispuesto a pagar es algo que debes establecer tú. En el mercado puedes encontrar monoculares térmicos para cazar desde 400 euros y hasta más de 3000 euros, según sus características, prestaciones y el lugar en el que lo compres. Como en todo, el precio suele ir de la mano de las prestaciones. Una cosa en la que sí debes fijarte es en la garantía: analiza bien el tiempo y las condiciones que te ofrecen.
Asegúrate de comprar a un vendedor autorizado por la marca, como Central de Caza: en el mercado se pueden encontrar ofertas de importadores «piratas» que pueden ofrecer el producto más barato que el importador oficial, pero no ofrecen un servicio de garantía que permita reparar el aparato de forma gratuita. Evidentemente, los importadores oficiales no ofrecen soporte para este tipo de dispositivos que han sido puestos a la venta sin ningún tipo de control por parte de la marca.
Como se puede ver, hay una gran variedad de monoculares térmicos para cazar, con diferentes prestaciones y precios. La elección dependerá de las necesidades y el presupuesto de cada cazador, así como de la disponibilidad y la legalidad de estos dispositivos en cada comunidad autónoma.
Y no te olvides… de fijarte en los milikelvins
Los milikelvins son una unidad de medida de la temperatura muy pequeña, equivalente a una milésima parte de un kelvin. Un kelvin es una unidad de medida de la temperatura absoluta, que se basa en el cero absoluto, el punto más frío posible en el que no hay movimiento molecular.
La calidad de la imagen de los visores térmicos depende de varios factores, entre ellos la resolución térmica del sensor. La resolución térmica es la capacidad del sensor para detectar pequeñas diferencias de temperatura entre los objetos y el fondo. Cuanto mayor sea la resolución térmica, más detalles se podrán apreciar en la imagen.
Para medir la resolución térmica de un sensor se usa el parámetro NETD (Noise Equivalent Temperature Difference), que indica la diferencia mínima de temperatura que el sensor puede detectar. El NETD se mide en milikelvins, es decir, en milésimas de grado. Cuanto menor sea el NETD, mayor será la resolución térmica y mejor será la calidad de la imagen.
Por ejemplo, un sensor con un NETD de 35 milikelvins puede detectar una diferencia de temperatura de 0,035 grados entre dos objetos. Un sensor con un NETD de 50 milikelvins solo puede detectar una diferencia de 0,05 grados. Por lo tanto, el sensor con menor NETD tendrá una imagen más nítida y precisa. No olvides consultarlo antes de decidirte a comprar tu monocular.