La población de jabalíes se ha multiplicado por diez en los últimos años y cada vez son más cazadores los que sufren las consecuencias de sus embestidas. Las hembras suelen atacar intentando morder, lo que puede ser muy doloroso y traumático, pero no llega a ser tan peligroso como el ataque de un macho.

Por su naturaleza, el jabalí está dotado de unos colmillos que pueden variar de tamaño según el ejemplar. Los utilizan para enfrentarse con otros machos y para defenderse de sus depredadores, si se sienten amenazados. Como hemos podido ver recientemente, también llegan a utilizarlos para cazar si tienen oportunidad.

¿Por qué son tan peligrosos los colmillos del jabalí?

Las amoladeras –piezas dentales situadas en el maxilar superior– producen un desgaste sobre el colmillo que afila sus bordes y su punta, confiriéndole una importante capacidad de penetración y corte. Por eso, los cazadores se refieren a ellos como «navajas».

Esa capacidad de corte, unida a la tremenda fuerza que tiene el jabalí, hace que el poder de desgarro sobre sus víctimas sea terrible, llegando a provocarles espantosas heridas, como ya hemos informado en anteriores ocasiones en Jara y Sedal.

Por su altura, cuando un jabalí ataca suele alcanzar las piernas del cazador. Esto es especialmente peligroso si el animal golpea la zona de la arteria femoral. De hecho, en España por desgracia todos los años muere algún cazador por este tipo de lesión.

Para estar preparado ante una situación así, Jara y Sedal ha hablado con Juan Francisco Delgado, médico de la Unidad Medicalizada de Emergencias de Salamanca, el cual nos ofrece unas nociones básicas sobre cómo aplicar los primeros auxilios a un cazador herido por un jabalí.

Cómo aplicar los primeros auxilios a un cazador herido por un jabalí

1. Lleva un kit de primeros auxilios adecuado contigo

Es imprescindible ir siempre a cazar jabalíes con un kit de primeros auxilios en nuestro coche. Según el doctor Delgado son imprescindibles tres elementos: gasas, sustancias hemostáticas y un torniquete. Aunque evidentemente se puede completar con muchos más artículos médicos, estos tres son los principales para ayudarte a hacer frente a una gran hemorragia como la que puede provocar un jabalí. Después de leer este artículo no tienes excusa para no estar preparado.

2. Avisa al 112

La prioridad es conseguir asistencia sanitaria para tu compañero. Cuando cazamos, muchas veces no disponemos de cobertura y a veces nos encontramos en lugares remotos donde la asistencia tarda en llegar, por ello debes actuar con rapidez y decisión adoptando la medida que permita que el personal sanitario esté alertado lo antes posible. En cuanto puedas, llama al 112 y sigue las instrucciones del personal de emergencias.

3. Mantén la calma y corta la hemorragia

«Es muy importante que el herido esté tranquilo, así que trata de mantener los nervios y no dejarte impresionar por las heridas. Detener la hemorragia y mantener con vida a tu compañero hasta que sea atendido por los sanitarios es tu principal prioridad» indica el doctorLas heridas de jabalíes suelen ser grandes desgarros que producen una importante pérdida de sangre.

Por este motivo debes rasgar la ropa y visualizar la herida con claridad Después, procede a bloquear el sangrado con gasas. En caso de no disponer de ellas, puedes usar una camiseta o cualquier prenda que te ayude a parar la hemorragia presionando sobre la herida.

Si haces caso a este artículo y llevas contigo sustancias hemostáticas, aplícalas sobre la herida antes de ‘rellenarla’ con las gasas. «Las sustancias hemostáticas son polvos que provocan una reacción coagulante para ayudar a detener el sangrado», explica el doctor.

Pasos a seguir para detener una herida profunda y grave desgarro, como la provocada por un jabalí.
Pasos a seguir para detener una herida profunda y grave desgarro, como la provocada por un jabalí. © Colegio Americano de Cirujanos

Con la presión adecuada, deberíamos conseguir frenar la pérdida de sangre. Pero… ¿qué pasa si el jabalí ha alcanzado la femoral?

Qué hacer si el jabalí ha seccionado la arteria femoral

Uno de los peores escenarios –el que más muertes de cazadores provoca–, se produce cuando el jabalí secciona la arteria femoral. ¿Cómo debemos actuar? El doctor Delgado explica que todo depende de la altura a la que se haya seccionado. «El problema de las arterias es que están recubiertas de una capa muscular. Eso significa que al seccionarlas se retraen. Si el corte se ha producido cerca de la zona inguinal, se pueden retraer incluso a nivel abdominal». Y eso es un problema.

«Lo ideal sería que pudiésemos localizar la arteria femoral y cerrarla manualmente», de esta manera detendríamos el sangrado. «Si no podemos hacer esto, habría que meter gasas en la herida con sustancias hemostáticas», añade.

«Si después de hacer esto, presionando manualmente sobre la herida, no conseguimos detener el sangrado, lo siguiente es ya hacer un torniquete», comenta el doctor Delgado. Por este motivo es importante llevar uno en nuestro kit de emergencias cuando vamos a cazar. «El torniquete se debe poner lo más cerca posible de la zona inguinal si la herida está cerca de la femoral. Si está más lejos se puede poner en la parte media del muslo. Debemos anotar la hora a la que lo colocamos», recuerda el doctor.

Pasos para aplicar un torniquete. © Colegio Americano de Cirujanos

El peor escenario posible es cuando el navajazo del jabalí se produce a la altura de la ingle y no podemos poner torniquete ni bloquear la arteria femoral. «En este caso lo que debemos hacer es meter sustancias hemostáticas, gasas, hacer un buen bolo y empujarlo con el puño hacia adentro, manteniendo la presión». Este vídeo nos ayuda a entender mejor la operación.

YouTube video

Como indicábamos al principio, el objetivo es detener la hemorragia y mantener con vida al cazador hasta que los servicios sanitarios lleguen y puedan atenderlo de manera profesional.

Si quieres profundizar en el control de hemorragias te recomendamos descargar este ilustrativo documento de Bleeding Control elaborado por el Colegio Americano de Cirujanos.

Sobre el autor