Enrique Marza es un cazador natural de Castellón pero que en la actualidad vive en la localidad de Alcanar, en la provincia de Tarragona. El pasado fin de semana representó a España en el Campeonato Europeo de reclamo bucal, quedando en cuarta posición. Aunque durante la temporada es un apasionado de la caza de la perdiz y el conejo, fuera de ésta su gran afición es el reclamo bucal, al que dedica gran parte del tiempo debido a que «creció» con él. «Toda mi familia era aficionada a la caza en la modalidad del parany, y eso hizo que se me metiese dentro ese bendito veneno por la caza», expone.

Ya en el año 2016 fue campeón continental de esta modalidad y, en el año 2018, subcampeón de Europa. Ahora, tras retomarse el concurso después de la pandemia, ha quedado en cuarta posición y ha relatado a la redacción de Jara y Sedal no sólo su experiencia en éste, sino cómo se puede llegar a cantar como un pájaro.

En primer lugar, expone que no hay ninguna tesis ni una técnica exacta para aprender a reclamar, sino que es algo que se va interiorizando con el paso de los años: «El reclamo lo llevo siempre colgado en el cuello, como la medalla de nacimiento. En los ratos libres, voy tocándolo. No me enseñó nadie, sino que es algo que fui viendo de los mayores desde que nací», relata Marza.

Una hora y media ensayando el reclamo cada jornada en su casa

En los últimos años, Marza incluso ofrece cursos sobre reclamo bucal a quien esté interesado en aprender esta modalidad, algo que compagina según los horarios libres que tiene en su trabajo de conductor de ambulancias. Indica que sólo hay un secreto: «Tocar, tocar y tocar, además de evidentemente escuchar a los pájaros, pero mucho más que eso, ensayar y tocar todos los sonidos posibles. Los mirlos, por ejemplo, cantan de buena mañana al amanecer o atardecer, y es muy importante imitarlos. Hay que ver si están a 500 metros, y si le gusta cómo tocas, ver si se acercan a 200 metros o incluso más cerca. Y eso se consigue tocando y tocando», señala el cazador castellonense. Afirma que puede llegar a estar una hora y media ensayando cada jornada en su casa.

¿Cómo construye Enrique Marza sus reclamos?

Para mostrar cómo ha aprendido lo que sabe, se retrotrae a su infancia, pero también a cómo agudizó su forma de reclamar y de construir estos reclamos durante la pandemia: «Durante el confinamiento me dediqué a hacerlos, una asignatura pendiente que me hubiese gustado aprender antes. Al meternos en casa, fui probando la forma de construirlos hasta dar con el sonido perfecto. Primero comencé con reclamos de hojalata a través de botes de leche condensada y vi que el sonido era bueno, pero podía perfeccionarlo, por eso me fui al latón turco, que es perfecto», expone.

El Campeonato Europeo de reclamo bucal en el que ha participado este fin de semana

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Enrique Marza, con algunos de los participantes. © E. M.

Este año el citado concurso fue en Marsella, en Francia: «Ya llevo años participando. Siempre que vas, acudes con tensión, porque es una competición. Reconozco que tanto Francia como Italia tienen muy buen nivel de la imitación del zorzal común, zorzal alirrojo y del mirlo, que son las tres modalidades que exige la Asociación de Cazas Tradicionales Mediterráneas», que es la que coordina en concurso a nivel europeo y en el que participan tres países, España, Italia y Francia. «Anteriormente participaron Grecia y Turquía, pero ya hace años que no lo hacen. Hace tres años también se incorporó Portugal, pero este año no se ha presentado», expone el cazador catalán.  

Según detalla Marza, en el concurso hay una primera parte eliminatoria en cada país: «Por ejemplo, en España ésta se lleva a cabo en la zona de Levante, donde hay clasificatorias para elegir al ganador», señala. «Es una forma de liguilla en la que nos clasificamos para el europeo», expone. «Para una cita como esta se entrena durante todo el año». El premio del concurso europeo no es económico, sino un trofeo. El año que viene éste se celebrará en Italia, en Sacile, un municipio italiano de la provincia de Pordenone.

Por otro lado, quien organiza los concursos a nivel nacional es APAVAL, la Asociación de Paranyers de Valencia, Cataluña, Aragón y Mallorca.

El jurado de un concurso de este tipo

Según expone Marza, el jurado «es muy estricto, porque hay unas bases sentadas para puntuar, como la nitidez del canto, el número de pasadas que haces de canto y la repretada, que es cuando ves que viene de cara el zorzal y tienes el temple de saberlo aguantar…», enumera.

Por último, y sobre la situación actual del silvestrismo, expone que «es triste y lamentable que la casta política nos haya hecho delincuentes. Yo siempre digo que un país que no conserva sus tradiciones, rompe sus raíces», concluye el cazador.

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