Los accidentes con jabalíes han aumentado en las últimas décadas en nuestro país debido al crecimiento de poblaciones de especies de fauna silvestre como el jabalí. Tal es el nivel de gravedad, que incluso la Dirección General de Tráfico anunció hace unos días que está preparando, para el próximo año, una nueva serie de señales de circulación para responder a nuevas necesidades del tráfico actual en las carreteras del país.

Ahora, un estudio de la aseguradora Línea Directa llamado Animales en la carretera: Un peligro mortal indica que el número de percances se ha quintuplicado en los últimos cinco años y que su peso en el global de los siniestros ha aumentado un 71%. El estudio destaca que jabalíes, corzos, ciervos y zorros, entre otras especies, han perdido el miedo a adentrarse en las zonas habitadas en busca de comida, incluso en zonas urbanas.

Según se desprende del estudio, entre 2017 y 2021, el coste medio de los daños corporales se ha incrementado un 104 por ciento, frente al 13,6 por ciento de los accidentes comunes. Además, las reparaciones de vehículos son 2,4 veces más caras que las de un golpe común y las gestiones, un 38 por ciento más lentas.

Precisamente para advertir de las consecuencias de sufrir un accidente con uno de estos animales, la Policía Foral de Navarra ha compartido en las redes sociales el estado en el que ha quedado un coche tras chocar con un ciervo. El vehículo sufrió daños de consideración en el frontal y el capó delantero, que quedó fuertemente abollado a causa del impacto con el animal.

¿Quién paga los daños?

jabalí
Jabalíes. © Shutterstock

Hace 8 años se aprobó la Ley 6/2014 que trasladaba la responsabilidad de estos accidentes al conductor que, salvo casos muy concretos, no puede reclamar al coto o a la finca por los daños sufridos. No obstante, si el siniestro es consecuencia directa de una acción colectiva de caza mayor en el mismo día o doce horas antes del golpe o porque la carretera no esté debidamente vallada o señalizada, la responsabilidad será de quienes exploten cinegéticamente la zona.

En lo referente a los daños sufridos por las personas que ocupaban el vehículo, el seguro obligatorio de responsabilidad civil se hará cargo de las indemnizaciones cuando el conductor no sea responsable del siniestro. Este mismo seguro responderá de los daños causados a animales del atropello de los cuales sea responsable el conductor. Por ejemplo, en caso de atropello de ganado en cañadas señalizadas.

Respecto a los daños al propio vehículo y al conductor, el seguro obligatorio no los cubre. Por lo tanto, un seguro a terceros que no incluya la cobertura de animales cinegéticos y domésticos se desentenderá de los gastos que ocasione la reparación del coche. El seguro a todo riesgo también debe incluir dicha cláusula para que sea efectiva.

Si el accidente ocurre contra un animal doméstico, como un perro, un gato o un conejo, el responsable del siniestro es el dueño, de acuerdo con el Código Civil. Pero en la práctica estos animales que invaden la calzada y mueren atropellados vivían abandonados y sin identificación, por lo que el conductor deberá costear los gastos causados por el impacto.