Ya hace unos años, concretamente en 2021, desde este medio nos hacíamos eco de un artículo elaborado por el investigador Louis Chonco y varios colaboradores, que consiguió demostrar que el extracto de cuerna de ciervo podría llegar a ser tan potente como la quimioterapia utilizada para tratar un cáncer cerebral denominado glioblastoma.
Dicho trabajo reveló que ese extracto era capaz de reducir la proliferación de dos líneas celulares de glioblastoma en un 38% y la formación de colonias en un 84%, además de inhibir la migración celular en un 39% y dar lugar a otros cambios, los cuales no fueron significativos en células sanas.
Ahora, hace unos meses, otro estudio realizado por Tomás Landete, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) que ya participó en ese otro, junto a la investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid, Carmen Ramírez, y el investigador de la Universidad L’Aquila, en Italia, Claudio Festuccia, ha dado luz a más interesantes aspectos sobre este asunto.
La cuerna de ciervo para luchar contra el cáncer
La investigación fue publicada por la revista Pharmaceutics y demostró que el extracto de cuerna en crecimiento tiene potentes efectos directos en todas las líneas celulares de todos los tumores estudiados: de nuevo el glioblastoma (tumor cerebral), cáncer de colon, mama y leucemia.
«La sorprendente capacidad anticancerígena de la cuerna de ciervo en crecimiento (DVA) se debe a que tiene el crecimiento más rápido de cualquier tejido animal, siendo de uno a cuatro centímetros al día, lo que se basa en protooncogenes (similares a los oncogenes del cáncer). El peligro de derivar en un tumor ha evolucionado mecanismos anticancerígenos tan potentes que el DVA es efectivo en cultivos de tumores humanos», ha explicado Landete.
El estudio también cuenta con el doctorado de la UCLM Nicolás Alegría, quien ha asegurado probar el DVA «en cuatro líneas de cáncer colorrectal, tres de cáncer de mama y, en colaboración con el grupo de L’Aquila, en glioblastoma y leucemia». «Algunas son de crecimiento rápido, otras lento; algunas son sensibles a la quimioterapia y derivan de un tumor primario (primera aparición), otras son quimio-resistentes y derivan de un tumor secundario», ha matizado.
De este modo, el DVA resultó ser efectivo en todas las líneas con un promedio de mortalidad del 20-40% que, excepto en casos puntuales, no afectó a las células sanas. Asimismo, redujo la movilidad de todas ellas.
Una futura medicina anticancerígena
Para resultados aún más concretos, los investigadores administraron el DVA inyectado y por vía oral. «Contrariamente a lo que pensaba, a pesar de digerirse por vía oral, el DVA fue casi tan efectivo como inyectado, reduciendo el peso del tumor un 61% frente al 66% intraperitoneal, esto es importante porque una futura medicina basada en una proteína o biomolécula del DVA podría suministrarse en pastillas», ha detallado al respecto.
Igual de relevante es que los resultados provino del examen histológico y de la expresión génica, llevado a cabo por la doctora Ramírez, indicaron que «el resto que queda del tumor muestra necrosis licuefactiva, es decir, se muere».
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Andrés García, por su parte, con una experiencia de 30 años en el estudio y manejo de los ciervos de la granja de la UCLM, ha recordado, respecto a la posibilidad de utilizar el extracto de cuerna como tratamiento, que en países como Nueva Zelanda ya se están vendiendo píldoras de polvo de cuerna en crecimiento como complemento nutricional. En cambio, el extracto no cumple con los requerimientos de una medicina.
Por todos estos hallazgos, hace pocas semanas, durante el 5º Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología de la Cuerna (ASPT5), Landete fue nombrado catedrático distinguido por la Universidad Científica-Técnica de Changchun, en China, como reconocimiento por este trabajo sobre las propiedades anticancerígenas de la cuerna de ciervo.