La alimentación vegana o vegetariana está siendo cada vez más habitual en el día a día de la sociedad. En este sentido, cerca de mil expertos se han unido para advertir de que la carne es un alimento «crucial» en la salud de los humanos. Del mismo modo, los científicos también piden el fin del «fanatismo» por las dietas vegetarianas y veganas.

Esto lo ha expuesto un número especial de la revista Animal Frontiers. Por su parte, docenas de expertos analizaron los fundamentos científicos de la extendida afirmación de que comer carne puede provocar enfermedades es perjudicial para el planeta.

En primer lugar, han avisado de que resulta complicado sustituir el contenido nutricional de la carne. Para ello han argumentado que las comunidades más pobres con bajo consumo de carne sufren con frecuencia «retraso en el crecimiento, emaciación y anemia, debido a la falta de nutrientes vitales y proteínas».

Las dietas sin carne son cada vez más comunes

Los últimos años han supuesto para la sociedad un gran impulso hacia las dietas basadas en alimentos de origen vegetal. Esto se debe, en parte, a iniciativas como el ‘Veganuary’ o los ‘Lunes sin carne’.

Ya en 2020, el prestigioso estudio Global Burden of Diseases, Injuries and Risk Factor Study, publicado por The Lancet, sugirió que una dieta rica en carne roja era responsable de un total de 896.000 muertes en todo el mundo.

Sin embargo, estos investigadores aseguran que la carne no procesada aporta la mayor parte de la ingesta de vitamina B12 en la dieta humana. Asimismo, desempeña un importante papel en el suministro de retinol, ácidos grasos omega 3 y minerales como el zinc y el hierro. También incluyen en esta lista relevantes compuestos para el metabolismo, como la creatina o la taurina.

Sin pruebas sólidas sobre el peligro de la carne roja

En la misma línea, los científicos tampoco encontraron pruebas sólidas de que la carne roja pudiera ser peligrosa por debajo de los 75 gramos diarios. Además, aseguran que esa relación entre carne roja y enfermedad desaparecía cuando formaba parte de una dieta sana.

Por su parte, la doctora Alice Stanton, del Real Colegio de Cirujanos de Irlanda, ha afirmado que «la evidencia revisada reafirma que el Global Burden of Diseases Risk Factors Report, que afirmaba que el consumo de incluso pequeñas cantidades de carne roja daña la salud, es científicamente defectuoso».

«De hecho, eliminar la carne fresca y los lácteos de las dietas perjudicaría la salud humana. Las mujeres, los niños, los ancianos y las personas con bajos ingresos se verían especialmente perjudicados», añade.

El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, de la misma forma, informa que la carne roja es una buena fuente de vitaminas, minerales y proteínas. Aunque es cierto que aconseja no comer más de 90 gramos al día puesto que puede aumentar el riesgo de cáncer de intestino.

Cerca de 1.000 científicos defienden la importancia de la ganadería

En esta ocasión, son casi 1.000 científicos de todo el mundo los que han asegurado que la ganadería es demasiado importante en la sociedad como para «convertirse en víctima del fanatismo».

Esta Declaración de Dublín cuenta con la firma de expertos de las universidades de Cambridge, Edimburgo, Bristol, Belfast, Newcastle, Nottingham y Surrey. Junto a ellos, otros científicos de la universidad británica Harper Adams, líder mundial en agricultura y ganadería.

«Los alimentos derivados del ganado proporcionan una variedad de nutrientes esenciales y otros compuestos beneficiosos para la salud, muchos de los cuales faltan en las dietas incluso entre las poblaciones con mayores ingresos», expone la declaración.

«Las personas con buenos recursos pueden conseguir dietas adecuadas restringiendo en gran medida la carne, los lácteos y los huevos. Sin embargo, este enfoque no debería recomendarse para la población general».

En este sentido, los investigadores concretan que entre esas personas que necesitan consumir productos animales están los niños pequeños, las mujeres en edad reproductiva, embarazadas y lactantes, los enfermos crónicos y los adultos mayores.

Estas afirmaciones han sido acogidas satisfactoriamente por la Unión Nacional de Agricultores británica. El presidente de la junta de ganaderos, Richard Findlay, expresó que «esta investigación revisada por expertos confirma lo que siempre hemos sabido: que la carne roja es una proteína nutritiva y de calidad que desempeña un papel fundamental en una dieta equilibrada, sana y sostenible».