Cecilia Sopeña es una ciclista que ha conseguido hacerse realmente popular en las redes sociales. De este modo, a menudo comparte con sus seguidores muchas de sus rutinas como parte de este deporte o en cuanto a la preparación para el mismo. Sin embargo, en esta ocasión ha sorprendido a sus seguidores mostrando una escena muy diferente.
Las imágenes, en concreto, las difundió hace tan solo unas horas a través de su perfil de TikTok (@cecilia.sopena17), en el que cuenta con cerca de 600.000 seguidores. En este poco tiempo, el vídeo ya se ha logrado hacer muy viral al haber alcanzado las cerca de 200.000 visualizaciones y, además, haber provocado la reacción de más de 7.000 usuarios de esta red social en forma de ‘Me gusta’.
Dos perdices en pleno celo
La influencer comienza la publicación refiriéndose a estas dos aves con un tono cómico, nombrándolas como dos «pechugonas». Segundos después, a lo lejos, posadas sobre una pared de piedra, muestra a las dos perdices rojas cantando.
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La perdiz roja (Alectoris rufa) es una especie de ave galliforme que muestra un comportamiento muy territorial durante la época de celo, que suele llegar en los meses de enero y febrero. En este periodo, los machos incrementan su actividad vocal con cantos repetitivos y sonoros para delimitar su territorio y atraer a las hembras. También adoptan posturas altivas, erizando las plumas del cuello y pecho, y realizan curiosas exhibiciones, como pequeños saltos y carreras cortas alrededor de la hembra.
Los enfrentamientos entre machos son comunes y pueden incluir persecuciones, picotazos y golpes con las patas. Una vez formada la pareja, el macho protege a la hembra y la guía a zonas favorables para la nidificación. La hembra, por su parte, selecciona el sitio del nido, generalmente oculto entre la vegetación.
Durante el cortejo, el macho puede ofrecer pequeños gestos de alimentación a la hembra, reforzando el vínculo. Tras la cópula, la hembra pone entre 10 y 16 huevos, que incubará durante 23 o 24 días. El comportamiento territorial y el celo de la perdiz roja son esenciales para la selección de parejas y el éxito reproductivo de la especie.
