Tras una batida en Ourense los miembros de la cuadrilla de Alejandro Álvarez se dispusieron a desollar a un jabalí «alunado» cuando… al manipular su mandíbula encontraron un extraña deformación. 
2/4/2019 | Redacción JyS

jabalí
Los miembros de la cuadrilla se dispusieron a desollar al animal cuando encontraron la deformación. / A.A.

Un  jabalí «alunado» con una extraña deformación en la mandíbula: así es la pieza que Alejandro Álvarez y su cuadrilla abatieron hace unas semanas en Ourense. Tras una jornada cinegética en batida que más adelante detalla el protagonista, los miembros de la cuadrilla se dispusieron a desollar al animal cuando encontraron la deformación.
Todo comenzó cuando al jabalí «lo levantaron los perros de un compañero mientras yo estaba apostado en medio de una zona de robles o carballeira, como decimos en Galicia», relata Álvarez. Su cuadrilla suele reunirse por a las 8:00 horas cada día que van de caza en un local que poseen en Amoeiro.
«Tras salir unos a mirar los pases para ver si hay jabalíes en la mancha, los demás nos quedamos cubriendo la lista de participantes», explica Álvarez. «Al regreso de los que van a mirar, nos organizamos en los vehículos para ir al cazadero, que no está a más de 5 kilómetros de la zona de reunión en la mañana».
jabalí
Los extraños agujeros en el animal. / A.A.

Aquel día procedieron a cerrar la zona a cazar mientras otros compañeros preparaban los perros con los collares localizadores. «Con los rastros aún frescos de la mañana, los perros dieron con una pequeña piara de una jabalina con su prole que, al verla, procedimos lo más rápido posible en recoger los perros para dejarla tranquila», relata el cazador.

Aparece el protagonista

En la siguiente suelta «dimos con el jabalí» que es protagonista de esta historia y, «tras dar trabajo a los perros, lograron levantarlo». «Yo estaba apostado en una roca en medio de un robledal y escuché los pasos del jabalí fugado de los perros, a medio kilómetro más o menos», dice Álvarez. El animal «venía fugado escuchando los perros y a unos 100 metros de mí se paró en seco», relata. «Lo vi parado en la mira de mi Benelli Argo y me di cuenta de que el compañero de al lado no tenía puesto el pinganillo de la emisora».

El lance

El jabalí seguía su camino hacia Alejandro y, al llegar a 40 metros de su postura, se paró y levantó la cabeza, cogiendo el aire que le echaba el cazador. Éste, sin esperar más, disparó. Aunque cayó entonces, el animal se volvió a levantar y Álvarez necesitó dos balas más para rematarlo.
El jabalí quedó tendido con el lado izquierdo hacia arriba. «La sorpresa fue al voltear al animal», dice el cazador. A la hora de transportarlo vieron que no tenía amoladera y que un colmillo era más largo que el otro. Fue entonces cuando descubrieron cómo tenía la mandíbula. 

El animal contaba con una mandíbula «curtida en mil batallas»

jabalí
Parte de la mandíbula, tras ser cocida. / A.A.

Tras la jornada cinegética, los miembros de la cuadrilla se dispusieron a desollar al animal. Además le cortaron la jeta y le quitaron la piel para cocerla y después poder sacar el trofeo.
Al pasar dos horas, sacaron del agua la dentadura superior e inferior y procedieron a sacar los colmillos… encontrándose su gran sorpresa: había agujeros «que podrían proceder de traumatismos anteriores», relata el cazador protagonista de esta historia. Por la parte inferior del hueso vieron «a simple vista» la inflamación que había en la amoladera.

Otras piezas extrañas

Jabalíes con tres patas, sin jeta, blancos, ciervos con tres cuernas, corzos con extraños bultos en su cabeza o cuernas retorcidas… La temporada que acaba de terminar nos ha dejado curiosísimas capturas que hemos compartido con todos vosotros. Estas han sido las más llamativas.