Un cazador ha abatido en Badajoz un jabalí con una costilla para pájaros en el hocico. El hombre no advirtió el extraño objeto hasta cobrar el animal, al que probablemente evitó un sufrimiento innecesario. 
20/3/2019 | Redacción JyS 

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El jabalí fue abatido durante una espera nocturna hace unas semanas. / A.E.

Un cazador ha abatido en una finca de Badajoz un jabalí con una costilla –o ballesta– en su hocico. Se trata de una imagen que llama poderosamente la atención y que da muestras de la gran fortaleza y resiliencia que estos animales tienen ante las adversidades. Según relata para Jara y Sedal Antonio Espinosa, el taxidermista al que el cazador ha encargado inmortalizar el trofeo del animal, el jabalí «entró franco sin ningún síntoma extraño». 
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Otra imagen del jabalí. / A.E.

Antonio Espinosa, gerente de Taxidermia Espinosa –sita en Monterrubio de la Serena, provincia de Badajoz-, ha explicado que al cazador el jabalí «le entró normal». Fue cuando ya lo había abatido cuando «se encontró con el cepo en el hocico».
El taxidermista nos cuenta que el jabalí fue abatido durante una espera nocturna hace unas semanas, «en una baña natural» y dice que, según le contó el cazador, fue cazado con un rifle de calibre .30-06 Springfield y munición de 180 grains.
Espinosa añade que «el animal no le hizo ningún extraño hasta que comprobaron que en la parte exterior del hocico
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Impactante instantánea del jabalí. / A.E.

tenía una incisión de un centímetro», por lo que detalla «lo mal que lo ha tenido que pasar el jabalí durante los últimos años».
El mango de la costilla o pajarera, como también se conoce a esta antiquísima trampa, «estaba por fuera», dice el taxidermista Espinosa. Y añade que no sabe «cuándo y cómo le habría ocurrido eso» al jabalí. El animal, que «tendría unos dos años, no destaca especialmente por sus trofeo», pero sí por la particularidad del cepo en esa parte del hocico.

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