El cazador y rehalero castellonense José Terrer abatió, el pasado sábado 4 de diciembre, un descomunal jabalí de 151 kilos de peso durante una batida celebrada en las cercanías de su localidad natal, Caudiel, municipio ubicado en la comarca del Alto Palancia. Terrer ha narrado a Jara y Sedal los detalles de un lance que finalizó con esta gran captura, la más voluminosa de jabalí conocida en la zona.
Un peligroso lance junto a sus mejores perros
José Terrer, que tiene una rehala compuesta por una treintena de podencos cruzados con grifón, explica que en aquella jornada tan sólo utilizó a diez de sus perros por las arduas condiciones del terreno, «muy cerrado y dificultoso». Por precaución, tan sólo se llevó algunos de sus mejores perros: «Había terrenos muy complicados, muy escarpados y sobre todo con la vegetación muy cerrada», explica sobre la decisión tomada.
Un enorme jabalí en el lugar más insospechado
Tras una primera parte de la cacería llevaba a cabo durante la mañana, ya después de comer los cazadores se dispusieron a batir otra parte del coto muy difícil de cazar: «Jamás nos pensábamos que lo encontraríamos allí», asegura Terrer sobre el lugar en el que desencamaron al gran jabalí.
El rehalero asegura que creían que el macareno se encontraba en otra mancha a unos 10 kilómetros del lugar: «Lo teníamos controlado en una zona muy alejada de ésta. Sabíamos de su presencia por los rastros que dejaba, pero no imaginábamos que estaría allí», asegura Terrer.
En cuanto accedieron a «unas laderas muy espesas y muy malas de transitar», los perros bajaron hasta una zona de pinos partidos por la pasada borrasca Filomena, y allí fue donde dieron con la gran la pieza. «En cuanto comenzaron a ladrar, por la forma en que lo hicieron, ya sabía que se trataba de un gran jabalí», dice el cazador sobre el momento en el que corrió hacia los canes para evitar que hiriese a alguno de ellos.
El rehalero, que iba armado con una escopeta semiautomática, consiguió tumbar al animal al tercer disparo. Poco después se acercaba hasta el enorme bulto: «Era uno de los jabalíes más grandes que veré en mi vida», asegura.
El trofeo, que se ya encuentra en manos de su taxidermista de confianza, «podría ser medalla de oro», adelanta por último el cazador.
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