ADECAP y ASICCAZA (Asociación Interprofesional de la Carne de Caza) han firmado un convenio para el abastecimiento de carne de caza durante 2017 al comedor social de la Parroquia Santa María de Vitoria.
13/12/2016 | ADECAP
Un año más, ADECAP vuelve a trabajar a favor de los más necesitados a través de la colaboración con la Parroquia de Santa María, a la que surtirá carne de caza proveniente de mataderos homologados, para su consumo en el comedor social durante 2017. De esta forma, los cazadores vascos vuelven a demostrar un año más que la caza es mucho más y su labor como colectivo va más allá que la actividad cinegética, la regulación de especies cinegéticas, y la defensa del medio natural y rural
Desde ADECAP quieren destacar y agradecer la enorme labor social realizada desde la Parroquia Santa María de Vitoria, ayudando a los más necesitados, a través del trabajo desinteresado de feligreses y voluntarios.
La carne de caza, saludable y de calidad
A su vez ADECAP impulsará el consumo de carne de caza en Euskadi y Navarra, lugares donde la práctica mayoría de las especies cinegéticas de caza mayor y menor se destinan al tradicional autoconsumo entre los cazadores y su entorno.
Por otro lado, es menos habitual encontrar carne manufacturada de caza, solomillos, chuletas y embutidos, en nuestras carnicerías y centros comerciales, provenientes de salas de despiece homologadas y especializadas en este tipo de carne. En España solo se consume en 10% de la carne de caza que se manufactura, mientras Europa consume el 90% restante. España figura entre los principales exportadores mundiales de carne de caza con cerca de 350.000 canales al año. Alemania es el principal receptor de la producción española, seguida de Francia, Bélgica y Holanda. Países donde el consumo de carne de caza es mucho más habitual y la calidad de la misma está muy valorada socialmente.
Desde ADECAP consideran que la carne de caza puede ser un complemento ideal a las carnes que socialmente venimos consumiendo y que producen sus baserritarras. Aunque comparativamente, en lo que se refiere a la carne de caza, su consumo resulta poco menos que anecdótico, pretenden destacar, que desarrollar un aprovechamiento productivo del recurso cinegético a través de explotaciones que la comercialicen, puede ser una alternativa para emprendedores del sector primario vasco. Manteniendo, eso sí, el tradicional autoconsumo de carne de caza que siempre ha caracterizado a los cazadores.
Hablar de carne “silvestre” proveniente de la caza, es referirse a menos grasa y más abundancia en proteínas que la procedente de animales criados, como puede ser el cerdo, conejo o pollo. Además carece de residuos hormonales, antibióticos y otros fármacos. En cuanto al contenido mineral, destaca por su aporte en calcio el corzo, muy por encima de los animales domésticos. Por otra parte, la carne de venado, jabalí o corzo, es una fuente importante de hierro, fósforo, magnesio o zinc, superando con creces las cantidades presentes en las carnes que habitualmente consumimos. Si tenemos en cuenta la composición vitamínica, los ungulados silvestres, gamo, corzo o ciervo, destacan por su aporte de vitamina B2 que favorece la buena visión, la cicatrización o el buen estado de la piel.
En ese sentido, en las sociedades modernas, existe un interés creciente por la alimentación, por su repercusión directa en la salud. Por eso, la búsqueda de alimentos saludables y de calidad como los que entre otros definen a la carne de caza, es cada vez más habitual para incorporarlos en las dietas cotidianas.
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