#LaCazaTambiénVota ha colocado al sector cinegético en el tablero político y ha logrado que los grandes medios comprendan el mensaje expresado por los cazadores en las urnas andaluzas.
Israel Hernández Tabernero -17/12/2018-
Hace algún tiempo que, cuando alguien me pregunta por el futuro de la caza, me declaro moderadamente optimista. No porque la situación social y política sea favorable, sino porque al timón de nuestra actividad han llegado nuevas manos que han hecho despertar al sector del letargo en el que se encontraba sumido. Hay buenos capitanes a bordo, hábiles, muy preparados y con ganas de trabajar.
Por eso no sorprende el éxito que ha alcanzado la campaña #LaCazaTambienVota, impulsada por el equipo de la Federación Andaluza de Caza con su presidente, José María Mancheño, a la cabeza. Criticada por muchos, venció el eterno miedo a mezclar política y caza, desarrollando una hoja de ruta en favor de la actividad cinegética y pidiendo a los partidos políticos que concurrían a las elecciones andaluzas que se adhiriesen a ella. Y nos lo contaron. Señalaron con el dedo a quienes apoyaron a los cazadores y a quienes, como Adelante Andalucía, prometieron prohibir la caza. Con transparencia, imparcialidad y decisión.
Esta extraordinaria iniciativa alcanzó unos resultados que nadie en el sector pudo prever ni en sus mejores augurios. El auge de VOX y la caída tanto de PSOE como de Podemos e Izquierda Unida generó un mar de preguntas ¿Qué ha pasado? Y al buscar los motivos del resultado de este aperitivo de las generales los analistas comprendieron que la caza también votó. Las declaraciones de una ministra de Transición Ecológica irresponsable asegurando que prohibiría la caza sólo sirvió para replicar un terremoto que sacudió los cimientos de todos los partidos, incluido el suyo, y colocó a la caza dentro del tablero político.
Estar ahí, en ese terreno hasta ahora reservado a ecologistas y animalistas, es importantísimo. Ser codiciados y defendidos sin complejos por políticos de todos los colores es el primer paso. Y aquí no se ha llegado por casualidad. Es el éxito de un trabajo colectivo audaz. Los que llevan años partiéndose la cara por la caza saben bien de lo que hablo. Ahora debemos ser hábiles y aprovechar ese protagonismo político sin caer en la trampa de convertirnos en herramienta al servicio de ningún partido. Porque la caza sólo es propiedad de los cazadores. Somos de izquierdas, somos de derechas y somos de centro. Somos de todos lados porque somos muchos y, ahora sí, hemos puesto los votos encima de la mesa.