Un millar de cazadores y agricultores se manifestaron este sábado en Narbona, en el sur de Francia, en una protesta tras la suspensión parcial del decreto que autorizaba el tiro la caza de la paloma en la zona tras la presión realizada por varias asociaciones ecologistas.

En los discursos y en las pancartas de los manifestantes, que partieron a las 8 de la mañana desde el estacionamiento del Centro de Exposiciones de Narbona, se protestaba contra la orden del tribunal administrativo de Montpellier que, el 8 de marzo, suspendió parcialmente el decreto de la prefectura que convertía a la paloma torcaz en una especie susceptible de causar daños. La manifestación estuvo comandada por la Federación de Cazadores regional, la Cámara de Agricultura, la Federación de Pesca y el Sindicato de Viticultores.

Jean-Pierre Alaux, presidente de la Federación Departamental de Sindicatos de Agricultores, señaló al medio La Depeche que «si perdemos por este problema la producción de 1.000 hectáreas, perdemos dos millones de litros de aceite de girasol. Estamos en una situación en la que nos vamos a quedar sin materia prima y las asociaciones ecologistas, al atacar el decreto, contribuyen a que el mundo se muera de hambre», denuncia.

Yves Bastié, presidente de la Federación de cazadores reguonal, señala que esta decisión judicial es solo una ilustración más de los ataques incesantes al sector cinegético en la zona: «La caza y la agricultura están en el punto de mira, por eso tenemos que seguir trabajando de la mano por el territorio», exponía en palabras al citado medio.

«Nos manifestamos porque tal vez tengamos que subir un escalón para que se nos respete- Tal vez algún día solo podamos cazar el lunes y el jueves, luego solo el lunes por la mañana, y así sucesivamente», añadía.

Por otro lado, la Federación lanzó una recogida de firmas el pasado 15 de febrero para exigir «el fin de la reducción de impuestos por donaciones a asociaciones que utilizan medios ilegales contra actividades lícitas», que ya lleva 51.000 rúbricas.