Con esta iniciativa, los propios cazadores comenzarán a utilizar materiales biodegradables en sus municiones de escopeta, corroborando su compromiso con la conservación del medio ambiente. 
19/3/2018 | Redacción JyS
La contaminación del planeta es un problema que aumenta con el paso de los años sin dar tregua. Tanto es así que, según un estudio internacional publicado en la revista Anthropocene, los seres humanos hemos producido suficiente plástico desde la Segunda Guerra Mundial para envolver la Tierra en su integridad con una capa de film transparente.
Este material es utilizado para fabricar la mayor parte de las vainas de los cartuchos de caza. Pese a que la gran mayoría de los cazadores las recoge una vez disparadas, cuando acudimos al campo se pueden encontrar algunas de ellas. Se calcula que la estructura de polímero de una vaina puede tardar en descomponerse hasta más de 60 años. 
Conscientes de esta cuestión, la Asociación de Cazadores Daneses y la Asociación de Distribuidores de Armas de Dinamarca han propuesto eliminar el plástico de los cartuchos del país. Esta medida responsable daría paso a alternativas biodegradables que hacen un guiño al medio ambiente. Las vainas de plástico desaparecerán de Dinamarca tras un corto periodo de transición.

El problema de los microplásticos

Cuando el plástico se rompe en trozos de menos de cinco milímetros, recibe el nombre de microplástico. Los investigadores aún no saben mucho sobre los procesos, pero el hecho es que el plástico aparece en lugares donde no debería existir: en los estómagos de peces y aves, como grandes islas flotantes de desechos en el océano e incluso en el agua potable.
Por lo tanto, es un problema global, y el gobierno y el parlamento de Dinamarca están trabajando en una nueva política de plástico, que garantizará un mejor control del uso de plástico de la sociedad. La contaminación plástica tiene muchas fuentes, y la Asociación Danesa de Comercio de Armas y la Asociación de Cazadores de Dinamarca desean ayudar a resolver los problemas con el plástico en la naturaleza de los cuales los cazadores son responsables.
La directora ejecutiva y responsable política del medio ambiente en la Asociación de cazadores de Dinamarca, Marie-Louise Achton-Lyng, asegura: «El problema con el plástico en la naturaleza es enorme y todos debemos aportar soluciones a cada uno de nuestros campos. Para nosotros, los cazadores, es cuestión de controlar el plástico que dejan nuestros cartuchos de perdigones. Por lo tanto, debemos hacer que los cazadores sean aún mejores para recogiendo nuestras vainas y desarrollando tacos biodegradables». «Ya hay algunos cartuchos en el mercado, pero se necesitan más opciones, y en este proceso debemos asegurarnos de que tanto los estándares de seguridad como los ambientales se puedan mantener en todos los niveles», sostiene Marie-Louise Achton-Lyng.

Tacos de cartuchos biodegradables

Los cartuchos de caza incorporan dos piezas de plástico: una vaina y un taco de plástico para los perdigones. Las vainas se pueden recoger después de disparar y llevarlas a casa. Con los tacos es diferente, porque al ir acompañando los proyectiles es prácticamente imposible de encontrarlos, ya que caen a muchos metros de distancia del tirador, en la vegetación. Si esta cuestión se resuelve, ya sea en la naturaleza o en el campo de tiro, el impacto en el medio será prácticamente nulo, algo que se puede conseguir con un taco biodegradable. 

Cartuchos biodegradables fabricados en España.

Por lo tanto, los consejos de administración de la Asociación Danesa del Comercio de Armas y la Asociación de Cazadores Daneses han tomado la decisión conjunta de eliminar los tacos de plástico en las escopetas de caza y tiro. «Necesitamos algunos años para ponerlo en marcha, para que los fabricantes tengan tiempo de desarrollar y, sobre todo, probar los nuevos tipos de cartuchos. El plástico debe estar fuera de los cartuchos de caza, pero la seguridad para las personas y la vida silvestre deben ser prioritarios», asegura Nils Juul Larsen, presidente de la junta directiva de la Asociación Danesa de Comercio de Armas. «Dinamarca es un país pequeño, y el consumo danés de munición de escopeta representa solo alrededor del dos por ciento del mercado europeo», recuerda Nils Juul Larsen.
Tanto él como Marie-Louise Achton-Lyng se reunirán con el Ministerio de Medio Ambiente y Administración de Alimentos para analizar esta medida. Entre otras cosas, es necesario conocer qué requisitos ambientales deben cumplir los nuevos tipos de cartuchos para que sean biodegradables, pero también cuánto tiempo necesita la industria para desarrollar los nuevos cartuchos.

El Ministro de Medio Ambiente les apoya

El Ministro de Medio Ambiente y Alimentación de Dinamarca, Esben Lunde Larsen, ha asegurado: «Siento un gran respeto por identificar los desafíos que tiene como industria o grupo de interés, y también señala las soluciones necesarias. No hay duda de que el plástico en la naturaleza es un problema que tenemos que resolver. Y necesitamos que todas las fuerzas tiren en la misma dirección. Por lo tanto, espero escuchar propuestas sobrecómo los cazadores y la industria de las armas eliminarán definitivamente el plástico, para que no termine en nuestra naturaleza».

El futuro: cartuchos biodegradables

Pese a que en nuestro país todavía no han tomado medidas al respecto, la empresa española Bioammo Technologies ya anunciaba en la feria Cinegética de 2015 lo que sería una apuesta segura, los cartuchos de origen vegetal, según te contamos en jaraysedal.es.
Aunque este proyecto no ha vuelto a anunciar avances, ya hay algunas opciones en nuestro mercado de cartuchos totalmente biodegradables fabricados en España. Los Fast Tradición, fabricados por Nobel Sport España en su planta de León, incorporan taco biodegradable y vaina de cartón. Otros fabricantes como Armusa o Maxam también lo han hecho. Si bien es cierto que este tipo de productos aún son muy escasos en nuestro mercado. Pedro Morrás, secretario de la Federación Sectorial Armera española, explica el porqué: «La industria española es líder en la fabricación de cartuchos y obviamente ha desarrollado tacos biodegradables, pero las opciones que actualmente existen son escasas y poco eficaces».
«Evidentemente seguimos trabajando en este tema, siguiendo dos líneas de investigación a la hora de conseguir que los tacos sean biodegradables: la primera es que se descompongan de forma fotosensible y la segunda hidrosoluble. Pero hasta el momento no hemos encontrado un producto que dé la soluciones perfectas para que poder ser incorporado al mercado», concluye Morrás.