Frente a la propuesta de declaración de especie «Vulnerable» del MITECO, reclaman que se haga realidad el plan de conservación de la especie aprobado por la Unión Europea.
8/10/2019 | FUNDACIÓN ARTEMISAN
Un total de 27 entidades y 8 científicos especialistas en gestión y conservación de especies cinegéticas, han suscrito el «Manifiesto por la conservación de la tórtola común», un documento que apuesta por la gestión cinegética sostenible de esta especie como mejor solución para su recuperación, y que será remitido a los responsables de los ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica para que sea tomado en consideración.
Así, y como alternativa viable a la propuesta del Gobierno de catalogar como especie protegida a la tórtola, los firmantes plantean modificar su gestión cinegética para mantener y fomentar las acciones del sector cinegético que permitan la conservación de la especie.
En concreto, plantean reducir las capturas de tórtola en al menos un 50%, tal y como sugiere el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC). Esto se haría estableciendo un máximo de 4 días hábiles de caza similares en todas las comunidades; la utilización de métodos para controlar los cupos; el incremento de las inspecciones; y la necesaria regulación del uso de comederos y siembras para las tórtolas para garantizar que la suplementación alimentaria no suponga un problema de conservación de la especie.
También apuestan por potenciar la implementación de las medidas prioritarias de gestión del hábitat para garantizar la disponibilidad de alimento y zonas de nidificación adecuadas para las tórtolas, a través de medidas agroambientales para favorecer su reproducción y supervivencia y la identificación de las zonas de especial interés para la especie en su territorio.
La tercera propuesta pasa por mejorar la monitorización de las tórtolas en colaboración con el sector cinegético y otros agentes para, de esta forma, determinar el efecto de las medidas de gestión propuestas, tanto a través de la realización de censos por escuchas en la época reproductiva y de la estimación de abundancias relativas en zonas de alimentación, como con la mejora en la adquisición de datos de capturas (en aquellos territorios en los que se cacen).
Según recuerda el Manifiesto, en 2018 se publicó el Plan internacional para la gestión de la tórtola, promovido por la Unión Europea, plan que apunta que las principales causas de regresión para la especie son, principalmente, la pérdida de hábitat y los niveles de extracción cinegética no sostenibles. Dicho Plan internacional reconoce como prioridad aumentar la abundancia y disponibilidad de alimento para las tórtolas, una labor y responsabilidad que hasta la fecha recae en cazadores y gestores cinegéticos, y sugiere implantar una moratoria de la caza hasta que no se diseñe un plan de caza adaptativa, cuyo desarrollo está previsto comenzar en los próximos meses y en el que participará el sector cinegético.
En agosto de 2019, España recibió un aviso de infracción por parte de la Unión Europea por no garantizar la conservación de la tórtola, y como única respuesta el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) ha propuesto la catalogación de la tórtola como «Vulnerable», sin fomentar otras iniciativas sobre mejoras de hábitat según marca el Plan internacional, algunas de ellas consideradas como de «emergencia».
Los firmantes del Manifiesto recuerdan que en España existen ejemplos de cómo la veda de una especie sin acompañarse de otras medidas no suele tener claros resultados positivos (caso de especies de anátidas y limícolas cinegéticas, así como la perdiz pardilla ibérica y el urogallo cantábrico y pirenaico).
El Manifiesto ha sido firmado por científicos de distintas adscripciones y entidades del sector cinegético, comprometidas con la conservación de la tórtola común.