Los representantes de las cuadrillas de caza mayor de Álava continúan con su propuesta de dejar de controlar especies de caza mayor de forma indefinida después de que así lo acordaran los representantes de los cotos del Territorio Histórico de Álava en una reunión mantenida a finales de marzo.

Según informan desde la Asociación ARTIO, la Asociación Araba Cazadores Gestión y la Federación Territorial de Caza de Álava, ya han iniciado «los contactos con la Diputación para llegar a una pronta resolución de la problemática que afecta al sector cinegético». Ya tildaron de «injusta» la legislación actual que les «imputa todos los perjuicios ocasionados por las especies cinegéticas».

Amenazan con un «cese total» del control de ciervos y jabalíes

Dos jabalíes y un ciervo. ©Shutterstock
Dos jabalíes y un ciervo. © Shutterstock

De no llegarse a una solución satisfactoria, se ratifican en el «cese total del control de ciervos y jabalíes». Esta parada de la actividad cinegética incluiría las medidas excepcionales de control de daños durante la primavera y verano -aguardos y batidas con perros sin escopetas- y se extendería a la temporada general de caza «si antes no se llega a un acuerdo que mejore las condiciones de los titulares de los aprovechamientos y de las cuadrillas de caza», denuncian.

Siendo intención del colectivo llegar a una pronta resolución del conflicto, han nombrado una comisión de representantes, que prevé contactos inmediatos con los principales los sectores implicados: Administración, sindicatos agrarios y Asociación de Concejos.

Conscientes de los perjuicios a agricultores y ganaderos, buscarán un acuerdo urgente

Entendiendo que estas medidas podrían llegar a causar perjuicios a agricultores y ganaderos y a la sociedad en general, «desde el colectivo de cazadores se trabajará sin descanso para alcanzar acuerdos que permitan retomar la actividad lo antes posible», han asegurado.

Entre las principales causas que han llevado al colectivo a esta situación límite además de la responsabilidad por daños producidos por las especies cinegéticas, se encuentran «la defensa pública de su actividad, la normalización de las medidas de protección de cultivos y el respeto de las acciones de caza por parte de otros colectivos».