El cazador vasco Iker Zugasti grabó, el pasado 10 de julio, una impactante escena en las cercanías de la localidad guipuzcoana de Mondragón: consiguió acercarse y perseguir a un zorro que llevaba entre sus fauces un corcino durante varios metros. Jara y Sedal se se hizo eco de la grabación, que se volvió viral en pocas horas, y ahora ha podido hablar con el autor de las imágenes, que ha narrado cómo se desarrolló la escena.

«Iba por un camino asfaltado y entré en un camino forestal de pinos cuando me encontré la impactante imagen. Al principio vi algo al fondo, pero no sabía exactamente de qué se trataba», relata el cazador a este medio. «Me fui acercando y era un zorro, pero no se enteraba. Yo, en primer lugar, pensaba que lo que llevaba en la boca era una liebre. Él seguía la pista hacia adelante sin advertir mi presencia y yo creía que estaba enfermo y fue entonces cuando me percaté de que era un corcino», explica Iker Zugasti.

«Era una cuesta arriba y tenía la boca tan abierta de agarrar al corzo que ya iba muy cansado, por lo que lo soltó cuando me vio», asegura este cazador al que «no creían» sus compañeros cuando narraba el encuentro. Suerte que lo grabó todo en este vídeo.

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El zorro, un depredador cuyas fauces acaban con muchos corcinos

El hecho de que un zorro pueda matar y comerse a una cría de corzo es conocido por la mayoría de los cazadores y representa la naturaleza en estado puro. Las imágenes del vídeo están grabadas en un contexto en el que el depredador ha detectado el encame del corcino donde la madre lo habría dejado tumbado y lo ha matado.

A buen seguro cuando regresase la corza, la pequeña cría ya habría sido ‘robada’ por el raposo, que demuestra tener una gran potencia en el cuello para poder transportar al corcino entre sus fauces, probablemente hasta la madriguera con el fin de alimentar a su prole.

Caza un jabalí que se estaba comiendo un corcino

jabalí corcino
Santiago Fernández Jove con el jabalí abatido y el corcino muerto. / S.F.J.

Cuando el año pasado el cazador asturiano Santiago Fernández Jove se enfrentaba a una nueva jornada cinegética ni se le pasaba por la cabeza lo que aquel día sucedería. Además del corzo tras el que llevaba varios meses, se hizo con un zorro posterior y, además, un jabalí al que pilló con las manos en la masa mientras se estaba merendando un corcino que acababa de matar. Te lo contamos en este enlace.