Diego Casados Sevilla, más conocido como ‘Pachi’, es un cazador y rehalero que forma parte de Rehalas El Abuelo. Junto con sus perros vivió una peligrosa escena el pasado domingo en la que la vida de sus animales corrió un grave peligro.
Todo comenzó con una jornada de caza que tuvo lugar el sábado 25 de enero en el municipio de Baños de Tajo, en la provincia de Guadalajara. Hasta allí se había desplazado con sus dos rehalas junto a su compañero, tal y como él mismo ha contado al equipo de Jara y Sedal.
«Me fui a buscar a unos perros que tenía localizados con el GPS y cuando los encontré iban con un rastro, por lo que decidí esperar a ver si venían», ha comenzado narrando. Al ver que no regresaban los canes, decidió colocarse en un alto para que la señal le llegara con mejor calidad y ya pudo ver que estaban un poco más abajo, en una hoz.
Atrapados al otro lado del río
Debido a la dificultad de llegar hasta ellos, Diego se planteó otra alternativa que consistía en dar la vuelta, pasar por el pueblo de Taravilla, también en la misma provincia, y llamarlos desde otro punto al que se subió, pero esto tampoco dio resultado.
«Ellos irían detrás de algún animal, supongo, y bajaron casi al borde del río y dos picachos que bajaban hasta el mismo borde les impedían ir para la izquierda y para la derecha, por lo que no podían salir de allí. Era ya de noche y no era conveniente ni bajar al río a llamarlos por si se tiraban y se ahogaban, ni cruzar el río», ha detallado.
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Por lo tanto y como el propio cazador ha asegurado, estuvieron allí hasta las 22:30 horas y, al ver que no se movían, decidieron marcharse. «Al día siguiente salimos a las cinco de la mañana, fuimos a la suelta a ver si estaban allí, pero el GPS me marcó el mismo punto», ha continuado recordando.
«Estuvimos mirando por dónde podíamos cruzar, cuál era la mejor opción, y vi que más o menos el agua me cubriría hasta la cintura», ha matizado Diego. «Lo hice sin pensármelo porque yo no podía dejar a mis animales atrás, es como si fueran parte de mi familia, como mis hijos, por lo que decidí cruzar el río hasta la otra orilla y cogerlos», ha terminado contando el cazador sobre el peligroso rescate con el que salvó la vida a sus perros.