El pasado sábado, 5 de diciembre, varios cazadores perdían a uno de sus perros durante una montería celebrada en las cercanías de la localidad ciudadrealeña de Valdemanco del Esteras. Al final de la jornada cinegética uno de los rehaleros echó en falta a un podenco cruzado con mastín y, tras varias horas de búsqueda, finalmente dio con él en un pozo gracias al collar GPS que llevaba instalado.

Según ha relatado a Jara y Sedal uno de los cazadores implicados en el rescate, José Luis Luengo, «de recogida, el compañero de rehala nos llamó y nos dijo que le faltaba este perro. Yo estaba en la junta de carnes y me llevaba muy bien con él, por lo que no dudé un segundo en ir a donde hiciese falta con el fin de encontrar al animal».

Gracias al collar GPS que llevaba el perro, el rehalero Javi Pellejero vio que el can podría haber caído en el conocido como Pozo del Molino.

«Iba detrás de un jabalí y cayó desde el terraplén al pozo. Mi compañero Javier empezó a llamarle y el perro aullaba, pero no acudía donde estaba él, por eso me llamó por teléfono y me dijo que me llevase unas eslingas y cuerdas para poder rescatar al perro, como así hice», sigue detallando el cazador ciudadrealeño.

Tras el rescate, el perro ya está recuperado y listo para volver a montear este fin de semana. Por último, José Luis lanza un llamamiento a todos los cazadores: «Poned a los perros el GPS, por favor. Es una forma de salvarles la vida en momentos en los que lo puedan necesitar, como en este caso. Son nuestros mejores compañeros y debemos salvaguardarlos siempre».

YouTube video

Así rescataron cazadores y rehaleros a otro perro que cayó a un pozo en una montería

Así rescataron cazadores y rehaleros a un perro que cayó a un pozo en una montería
Imágenes del rescate del perro. /JyS

Seis cazadores rescataron hace un año, en una montería que se estaba celebrando en la finca ‘Las Minas de San Nicolás’, en la zona del Valle de la Serena (Badajoz), a uno de los perros de la rehala después de que éste se precipitase a un profundo pozo. El rescate fue grabado en vídeo por los propios protagonistas, que lo enviaron a Jara y Sedal para su difusión.