El Pencho es uno de los capturadores de especies cinegéticas más célebres de las redes sociales. Tal y como ya informamos desde Jara y Sedal en el mes de julio, este simpático trabajador comparte a diario vídeos sobre sus métodos de captura de especies cinegéticas, pero también se preocupa por la naturaleza y por las especies protegidas, caso del águila que mostramos a continuación.
En el vídeo, El Pencho aparece con un águila tapada por una manta después de haber sido rescatada tras estrellarse contra un cable de la luz. «Mirad, camperos. Nos hemos encontrado este águila que se había pegado un porrazo en los cables de la luz y ha caído a plomo al suelo. He salido corriendo con la manta de la funda de los asientos del coche y la he cogido. Vamos a ver qué le pasa…», dice el capturador, que comprueba las heridas que el águila tiene.
«Vamos a llamar al SEPRONA a ver si pueden pasar a recogerla o la llevaremos al centro de recuperación», señala.
La empresa Explotaciones Cinegéticas El Pencho se dedica a la captura y venta de especies cinegéticas y al control de plagas que afecten a la agricultura y ganadería. Hace tan solo unos meses que crearon su propio espacio en Facebook pero ya cuentan con más de 50.000 seguidores.
El éxito de sus vídeos radica en mostrar humildemente cómo trabajan y cómo se las ingenian para atrapar cientos de conejos o decenas de jabalíes a diario. Los cazadores no paran de compartir y comentar sus filmaciones, compartidas siempre por El Pencho en tono afable y refiriéndose a sus seguidores como «camperos».
Un cazador rescata a un búho malherido en Valladolid: «Espero que se recupere muy pronto»
Al igual que el águila ya mencionada, el jovencísimo cazador vallisoletano Santiago Sevillano Martínez, de 22 años de edad, rescató un búho que estaba malherido en las cercanías del término municipal de Portillo. El joven se encontraba dando una vuelta por el campo mientras veía corzos cuando, de repente, vio un animal que intentaba echar a volar pero no podía. Se trataba de un búho: «En cuanto lo vi, sabía que era una especie protegida, por lo que no dudé en llamar al 112 para ver cómo tenía que proceder», explica Santiago a Jara y Sedal. Te lo contamos en este enlace.
