Según ha informado La Nueva España, un cazador de 46 años habría muerto este sábado de un infarto -a la espera de que la autopsia lo confirme- cuando participaba en una batida de jabalíes. «Nunca nos pasó nada parecido. Encontrarse eso en el monte es muy duro», relató Roberto Cuanda, jefe de cuadrilla a la que pertenecía el fallecido al citado medio.

«Estaba en su puesto, cayó allí mismo. Luego un compañero lo encontró», relatan los presentes a La Nueva España. «A las nueve y cinco de la mañana hablamos por teléfono y a las nueve y media lo encontraron aparentemente muerto. Así que el infarto debió de ser fulminante», lamentó Cuanda.

La zona donde ocurrió el fatal incidente se trata del monte de Rusecu, concretamente el paraje conocido como La Raíz. Una patrulla del puesto de la Guardia Civil de Llanes acudió al lugar tras la llamada de emergencia que dio un compañero de cuadrilla. El dispositivo de evacuación, en el que participó también un helicóptero del 112, contó con la ayuda de efectivos del GREIM de Cangas de Onís.