Un cazador detectó el pasado viernes en Ceuta, en pleno monte quemado hace ahora dos semanas, un proyectil sin detonar. Según explicó al digital Faro de Ceuta, «si alguien lo toca o lo mueve podía explosionar», por lo que se evitó un mal mayor debido al número de personas que acostumbran a recorrer el punto donde lo halló.
Según narra al citado diario, nada más ver el artefacto, el hombre dio aviso a unos militares que se encontraban en la zona del campo de tiro, activándose así las alarmas que motivaron la orden de perimetrar las cercanías a la explanada del Renegado, impidiendo el acceso al lugar en un radio de 3 kilómetros.
Según aseguró el cazador a Faro de Ceuta, en esa vaguada hay muchos artefactos similares que suponen un peligro y recuerda que hace muchos años a una persona le explotó uno de ellos en la mano cuando lo cogió y manipuló. Por eso, su manera de proceder fue no solo la más adecuada sino también la responsable.
Tal y como explicó la propia Delegación del Gobierno, además de este artefacto se han localizado restos inertes en un área que años atrás fue zona de caída de proyectiles. El problema es que el lugar es un punto de fácil acceso por lo que se dio orden de balizar las inmediaciones así como señalizarlas prohibiendo el acceso.
El grave incendio del 8 y 9 de septiembre arrasó con gran parte del monte y dejó al descubierto zonas en donde había artefactos que han sido encontrados aunque ninguno como el del pasado viernes.