En las verdes y onduladas tierras de Soria, un joven cazador cordobés de 27 años logró el pasado 2 de abril ganar la partida a un corzo de esos que aceleran el corazón hasta que parece que vaya a salirse por la boca. Su nombre es Santiago Moreno Ruiz y, con mucha paciencia y habilidad, logró protagonizar una gran entrada al animal que ahora se convierte en el centro de esta emocionante historia.

La crónica de este acontecimiento comienza en un acotado al norte de Soria, un lugar que Moreno describe como «único». El lugar elegido para el rececho era un paraje en el que el cazador dice que siempre ha tenido «mucha fe» y donde el pasado año ya había sido testigo de cómo un amigo al que había invitado abatía otro gran macho. Por ello, este año estaba decidido a volver, movido por el recuerdo de aquel trofeo.

Un gran corzo en un paraje de ensueño

El corzo junto a las dos hembras visto a través del visor del arma del cazador. © S. M.

El valle que Moreno describe es un mosaico de pequeñas terrazas agrícolas. Fue allí donde sobre las 8:00 horas avistó al corzo protagonista de esta historia, acompañado por dos hembras, a una considerable distancia de unos 370 metros. Moreno, prefiriendo la cercanía y la oportunidad de disfrutar de recechar al animal, optó por hacer una entrada para situarse más cerca y no arriesgar con un largo disparo que podría dejarlo herido.

Con la ayuda de un amigo, que se mantuvo en contacto con él a través de WhatsApp desde una posición elevada, Moreno se movió sigilosamente hacia el lugar deseado. A pesar de llegar a situarse a unos 90 metros, el corzo decidió tumbarse, lo que obligó a Moreno a esperar, postrado en el suelo y soportando el frío durante casi una hora. «Intenté atraer la atención del animal silbándole unas 50 o 60 veces para que se levantase, pero imposible», reconoce.

Finalmente, el macho decidió levantarse

Finalmente, la espera dio sus frutos. El corzo se levantó y Moreno, con un disparo certero de su rifle Browning A-Bolt 3+ en calibre .300 WM, logró abatirlo. El animal cayó limpiamente al suelo, y el lance se completó afortunadamente con éxito.

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Para inmortalizar el momento, Moreno y su amigo tomaron varias fotografías del animal, que destacaba por sus impresionantes luchaderas y por tratarse de una cuerna muy perlada, abierta, simétrica y gruesa.

Este corzo no es solo un trofeo para Moreno, sino un testimonio de la pasión cinegética que envuelve a la especie y cómo compartir estos vibrantes momentos junto a buenos amigos puede ser memorable.

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La mejor historia de caza de corzo puede llevarse unos prismáticos Burris Droptine y un arnés Beretta

Binoculares Burris Droptine 10×42.

El lance que acabamos de narrar es uno de los participantes en el concurso que desde Jara y Sedal hemos lanzado en colaboración con Beretta Benelli Ibérica (BBI). La mejor historia puede llevarse unos magníficos prismáticos Burris Droptine 10×42, así como un arnés de Beretta.

Quienes quieran optar a este premio pueden hacerlo fácilmente enviando un email a [email protected], o bien un mensaje privado a cualquiera de nuestras redes sociales contándonos tu mejor historia de corzos, además de adjuntar las fotos de ese día, tu número de teléfono y seguir en Instagram el perfil de Jara y Sedal (@jaraysedal.es) y el de BBI (@beretta_benelli_iberica).