Por Juan Arce (ingeniero técnico agrícola)

Cuando se acerca la primavera la fauna se lanza a recuperar las reservas perdidas durante la escasez del invierno. Es en estos momentos cuando alimañas y predadores hostigan aún más a nuestras especies de caza menor.

Conejos, liebres y perdices son, según algunos estudios, el 50% de la dieta de los zorros. Estudios que también calculan que la perdiz pierde cada año por predación más del 40% de sus nidos y del 50% de los pollos. Los córvidos, como urracas y cornejas, depredan principalmente sobre los huevos de perdices y palomas, perturbando además la tranquilidad de otras aves durante la puesta.

El mejor momento 

El control de alimañas y predadores es un trabajo que debemos realizar durante todo el año, y especialmente a finales de invierno y comienzo de la primavera. En el caso del zorro, eliminar ejemplares adultos durante la temporada de caza o el verano apenas ayuda a reducir sus poblaciones. Es en febrero y marzo cuando nuestra actuación será más eficaz, ya que con el celo ya terminado los territorios de las hembras abatidas no serán ocupados por otras con capacidad de reproducción.

En cuanto a los córvidos, principalmente urracas y cornejas, las órdenes de vedas de las distintas comunidades autónomas permiten su control durante la época hábil de la caza menor y con autorizaciones especiales durante la veda. Nos enfrentamos a especies muy huidizas, por lo que el mejor momento para controlarlas es la época de nidificación y cría, ya que están más sujetas a un entorno donde se encuentra el nido con sus huevos o pollos y es más fácil dar con ellas. Suelen ocupar rápidamente el espacio dejado por los congéneres capturados o abatidos, por lo que si realizamos el control en época de cría los nuevos no tendrán oportunidad de reproducirse.

Guardas especialistas en zorros

El guarda es una figura vital en el control de zorros y otros predadores. Durante las jornadas de vigilancia podrá localizar los lugares de cría de zorros y nidos de córvidos. Esto facilitará su control con escopeta, perros de madriguera, chillo… Su labor será mucho más efectiva si además está acreditado como especialista según las Directrices Técnicas para la Captura de Especies Cinegéticas Predadoras. Podrá utilizar los métodos que recoge esta reglamentación: lazos –Collarum, con tope y cierre libre dispuesto en alar y tipo Wisconsin dispuesto en alar– y jaulas trampa.

Un precioso ejemplar de zorro. © Shutterstock

Asegura su defensa

Además de controlar zorros y alimañas debemos actuar sobre el hábitat para que nuestras especies de caza menor encuentren protección –proporcionándoles zonas de refugio entre siembras–, agua y alimento –disponiendo de zonas de bebederos y comederos ubicados estratégicamente por el coto y en los que perdices y conejos se sientan seguros– y tranquilidad en la época de reproducción –favoreciendo prácticas agrícolas beneficiosas y procurando no acercarnos a sus zonas de encame y nidificación–. Es otra manera de asegurar la cría y prosperidad de nuestras poblaciones cinegéticas.