El cazador murciano Juan José Carmona ha contactado con esta revista para compartir con nosotros una de las piezas de caza más extrañas que ha cazado en su vida: un zorro con de pelo negro. Sucedió durante una jornada de rececho de arruís en la Región de Murcia, cuando este cazador dio con el animal con este peculiar pelaje: «En algunas zonas se le conoce como zorro carbonero, por su pelaje grisáceo o negro. Realmente es una pieza única», admite el cazador a Jara y Sedal.

Carmona explica que habían localizado unos cuantos machos de arruí cuando «irrumpió este animal». «En realidad es un zorro común que, por una alteración genética o mutación, ha desarrollado más melanina de lo normal, por lo que su pelaje pasa a ser negro», detalla sobre el curioso pelaje el cazador murciano. «Cazar un ejemplar de estas características es todo un lujo. Decidí no disparar a ningún arruí y hacerlo con el zorro», añade.

Lo naturalizará de cuerpo entero

Su intención es mandarlo a «un muy buen taxidermista» para que lo naturalice de cuerpo entero. Al encontrarse en pleno rececho, disparó sobre el raposo con un rifle Blaser en calibre 7 mm Remington Magnum a una distancia de 210 metros.

El zorro de pelaje negro. © J. J. C.

El pelaje oscuro, cuestión de melanina

Los animales melánicos al contrario que los albinos, tienen una capa totalmente negra como consecuencia de un exceso de pigmentos (melanina). Tal y como ejemplifica Ciencia y Caza en su página web, el ejemplo perfecto es la pantera y el jaguar, ya que ambos son la misma especie (Phantera onca), el primero es la variedad melánica.

Del mismo modo, en la naturaleza podemos observar individuos melánicos de diversas especies como los jabalíes, mustélidos, conejos o zorros, como es el caso. En general, la supervivencia natural de estos individuos es mayor que la de los albinos, que con su capa blanca y los problemas de visión que padecen -son muy sensibles a la luz- tienen pocas esperanzas de supervivencia. De ahí que no es infrecuente que estos individuos se reproduzcan y resulte más común de lo que podemos creer a priori observar poblaciones con un número significativo de individuos melánicos.