Con 330.423 deportistas federados, la caza se ha consolidado como la tercera disciplina deportiva con más licencias en España, solo por detrás del fútbol y el baloncesto. Así lo recoge el nuevo ‘Estudio del impacto económico, social y ambiental de la actividad cinegética en España’, elaborado por Deloitte para la Fundación Artemisan y presentado el pasado 6 de mayo en Madrid.
La cifra pone de manifiesto el notable arraigo social de la actividad cinegética en nuestro país, especialmente en las zonas rurales, y su relevante papel como motor de cohesión social. Muy por delante de otras prácticas deportivas con fuerte implantación como el golf, el tenis, el pádel o los deportes de montaña, la caza federada representa uno de los pilares del tejido asociativo rural.
Además del número de licencias federativas, el estudio señala que a 31 de diciembre de 2023 había un total de 891.889 licencias autonómicas de caza en vigor y otras 17.624 de carácter interautonómico, lo que refuerza aún más el peso del sector en términos de participación y organización.
La fuerza del asociacionismo cinegético

Uno de los aspectos más relevantes que recoge el informe de Deloitte es el papel que juegan las sociedades y clubes de cazadores. En total, España cuenta con 6.308 entidades federadas que no solo organizan la actividad cinegética, sino que en muchas ocasiones son el colectivo más representativo en los municipios en los que se integran.
Estas asociaciones son el motor del movimiento de caza social, una modalidad esencialmente popular que no solo promueve la práctica deportiva, sino también valores de conservación, convivencia y desarrollo rural.
La Real Federación Española de Caza y las 17 federaciones autonómicas son las responsables de canalizar ese potencial asociativo que convierte al colectivo cinegético en uno de los mejor organizados del país.
Andalucía, a la cabeza

Por comunidades autónomas, Andalucía lidera el ranking nacional de licencias federativas, con un total de 87.737 cazadores federados. Le siguen la Comunidad Valenciana, con 35.388, y Extremadura, con 33.516, lo que confirma el peso que la caza tiene en regiones con una fuerte tradición rural.
Este liderazgo andaluz también pone en valor el trabajo de la Federación Andaluza de Caza, especialmente activa en la defensa del modelo social y colectivo frente a los desafíos actuales.
Divulgación y cultura cinegética
Otro dato destacado del estudio es el papel divulgador que desempeñan las federaciones. Según el informe, más del 70 % de ellas organizan acciones de divulgación, con una media de 10,8 jornadas anuales que alcanzan a más de 1,5 millones de personas al año.
Estas jornadas, que suponen una inversión media de 18.369 euros anuales por federación, demuestran el compromiso del sector con la transparencia, la pedagogía y la puesta en valor del mundo cinegético en la sociedad actual.








