El cazador Jorge Capellán abatió, este domingo 9 de enero, un raro ciervo que tenía la mitad de su cara de color blanco durante una batida celebrada en las cercanías de la localidad riojana de Grañón en la que participaron un total de 18 monteros. El raro cérvido fue la sorpresa de la jornada cinegética, un animal que ya había tenido la oportunidad de ver meses antes el también cazador Jesús María Cigüenza, miembro del coto y persona que ha enviado a la redacción de Jara y Sedal las imágenes de la pieza.
El cazador, en palabras a este medio, explica que «era un día de mucho viento, se escuchó la ladra de los sabuesos al fondo del barranco y el lance fue rápido». Capellán expone que «se presentó el animal a unos 40 metros». «Le disparé en la paletilla y pensé que se me había marchado, pero los perros dieron con él a unos 100 metros más abajo. Cuando fuimos, vimos que tenía parte de la cara blanca», relata sobre el instante en el que se percataron de su rareza.
«Nos quedamos viéndolo un rato, muy sorprendidos», sigue exponiendo, reconociendo que si bien «las cuernas no son muy destacables» el lance «mereció la pena». Por otro lado, otro de los participantes de la batida afirmó al joven que, hace tres temporadas, cazó una cierva en el mismo lugar también con unas manchas blancas en su cuerpo, «por lo que puede ser que en la zona haya algunos ejemplares con el mismo patrón», explica.
¿Por qué el ciervo tiene este color en su cara?
Esta rareza está probablemente provocada por un episodio de leucismo, que puede provenir de un gen recesivo que provoca una pérdida parcial de pigmentación. Aunque no han sido ciervos, en Jara y Sedal hemos mostrado la historia de varios animales con la cara blanca como la corza que nos envió el cazador soriano Alberto Durán o el de un ciervo con la misma extrañeza fotografiado fuera de nuestras fronteras.