El cazador Antonio Barrales, junto a su compañero Emilio Callejas, abatió el pasado lunes 23 de mayo en un coto de la provincia de Granada un jabalí de unos 90 kilos de peso con un descomunal trofeo. Lo que más destaca de sus defensas, que ya están en manos del taxidermista, es la anchura de sus colmillos.

Callejas explica que, aunque al jabalí le disparó su compañero, él realizó «todo el trabajo previo». «Este animal me ha costado ocho noches en las que he estado bregando a ver si podía dar con él. En la última, me acompañaba mi amigo Barrales, al que pasé el rifle para que lo disparase», detalla Callejas.

Cebado con bellotas

Emilio había localizado al gran animal días atrás gracias a una de sus cámaras de fototrampeo: «Tenía pateado el coto de arriba a abajo, pero en una zona de encinas, donde echo las bellotas que barro de otros árboles en la época en la que caen al suelo, es donde conseguí grabarlo», explica.

Imagen del enorme animal captada por una cámara de fototrampeo. © E. C.

El cazador hizo una primera espera el pasado 1 de mayo, cuando les concedieron un permiso por daños, pero no fue hasta el día 23 cuando consiguió tener a tiro al animal: «Había cambiado dos veces los lugares de las esperas en la misma zona, e hice tres puestos diferentes». «En la última, tuve la suerte de que nos entró a un compañero y a mí este animal», expone.

Así fue el disparo

Emilio Callejas junto al jabalí. © A. M.

Ambos tenían enfrente una pedriza y unos grandes barrancos: «Yo esperaba que salieran de ese lugar; lo vi bajar de un barbecho, pero como teníamos unos almendros cerca, no lo veíamos del todo bien. No obstante, a los pocos segundos, lo escuché, mi compañero al que había pasado el rifle le echó la luz y disparó acertando en el cuello», relata Callejas sobre el momento del disparo.

«Nunca se había abatido ningún jabalí de ese porte en la zona», explica por último el cazador tras un lance junto a su compañero Barrales que no olvidarán jamás.