La caza en España no solo es una actividad esencial para el control de las poblaciones animales, sino también un potente motor económico. Según el nuevo «Estudio del impacto económico, social y ambiental de la actividad cinegética en España», presentado por la Fundación Artemisan con la colaboración del MAPA y elaborado por Deloitte, el sector cinegético genera cada año 10.190 millones de euros en Producto Interior Bruto (PIB) y mantiene 199.000 puestos de trabajo, de los cuales 45.642 son empleos directos, un 80 % en el medio rural.
Contribución contra la despoblación y a las arcas públicas
El estudio subraya que la caza es una herramienta eficaz en la lucha contra la despoblación rural. No en vano, el 32,6 % de los cazadores vive en municipios de menos de 5.000 habitantes y, para muchos, la actividad cinegética es un factor decisivo para seguir residiendo en estas zonas, al mismo nivel que los motivos familiares. Además, la actividad genera 1.200 millones de euros anuales en retornos fiscales.
El trabajo de campo ha incluido más de 6.500 encuestas a cazadores, rehaleros, titulares de cotos, organizadores de cacerías, administraciones, federaciones y empresas del sector. Esta actualización del estudio realizado en 2017 se presentó este martes en el Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid.
Impacto ambiental y en el control de especies
Uno de los datos más relevantes del informe es la inversión de 320 millones de euros anuales en conservación por parte de cazadores y entidades del sector. De esta cantidad, 289 millones se destinan a medidas de gestión como aporte de agua, siembras o desbroces, y otros 31 millones a programas de conservación de especies. Según el estudio, tras las administraciones públicas, los cazadores son el colectivo que más invierte en conservación del medioambiente.
Asimismo, el 58 % de los titulares de coto y el 67 % de los organizadores de cacerías indican contar con especies protegidas en sus acotados. Un 19 % y un 36 %, respectivamente, participan en programas específicos para su conservación.
Reducción de accidentes y daños agrícolas
La caza también juega un papel fundamental en la prevención de accidentes de tráfico y daños a la agricultura. En 2023, se produjeron en España 35.047 accidentes de tráfico provocados por animales, y el 83,7 % de ellos estuvieron relacionados con fauna cinegética. Solo el jabalí y el corzo representaron el 73 % de estos siniestros. En 36 de las 43 provincias analizadas ha habido un aumento sostenido de los accidentes causados por jabalíes entre 2016 y 2023.
Los titulares de caza y organizadores de cacerías desembolsaron más de 11 millones de euros en 2023 en concepto de reparación por daños agrícolas provocados por fauna cinegética, lo que refuerza su papel activo en la mitigación de estos impactos.
Un sector con una base sólida y creciente
El estudio cifra en 577.742 el número mínimo de cazadores residentes en España en 2023, aunque se emitieron 891.889 licencias. El gasto medio anual de un cazador asciende a 12.069 euros, y el de un rehalero a 14.539 euros. Un titular de coto gasta de media 73.704 euros al año, mientras que un organizador de cacerías alcanza los 139.384 euros.
Durante la presentación del informe, que ha reunido a un centenar de representantes del sector y administraciones, intervinieron figuras destacadas como el presidente de Fundación Artemisan, José Luis López-Schümmer; la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Ana Rodríguez; y la directora de Deloitte, Amaia Quintana. A continuación, el coordinador adjunto de Investigación de Fundación Artemisan, Carlos Sánchez, presentó los resultados del informe. Posteriormente tuvo lugar una mesa redonda en la que intervinieron el presidente de la Real Federación Española de Caza, Josep Escandell; el secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Ramón Estalella; el subdirector general adjunto de Producciones Ganaderas y Cinegéticas del MAPA, Pablo Bernardos; el presidente de la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (ASICCAZA), José María Gallardo; y el director de Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva. Además, el acto contó con la asistencia de un centenar de representantes de administraciones públicas, entidades y asociaciones del sector cinegético y del mundo rural.
