La subasta de lotes de caza de la temporada 2025-2026 de la Asociación de Propietarios de la Reserva de Caza de Gredos dejó un saldo histórico de 950.000 euros, un 29% más que el año anterior. Este incremento supone un alivio para los 28 municipios que integran la reserva, cuyos ayuntamientos recibirán parte de los fondos para mejorar sus servicios y dinamizar la economía local.
La cita tuvo lugar en la Casa de la Reserva de San Juan de Gredos, en Navacepeda de Tormes, y contó con la presencia de autoridades como el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y la presidenta de la asociación, María Ángeles Prieto.
Caza y conservación: una ecuación ganadora
El consejero Suárez-Quiñones destacó que la Reserva de Gredos es un modelo de gestión donde la caza se convierte en una herramienta clave para la conservación de la fauna y la lucha contra la despoblación. «Aquí ganan los pueblos, las especies, el medio natural y la economía rural», afirmó. Además, subrayó que la Junta cede casi 10.000 hectáreas para que sus aprovechamientos sean subastados en favor del fondo de mejora de la reserva, lo que permite financiar arreglos de caminos y mejoras en infraestructuras.
La subasta reunió a cazadores nacionales e internacionales, especialmente de Estados Unidos y el norte de Europa, interesados en los machos monteses, la especie emblemática de Gredos. De los 101 lotes subastados, 85 fueron de cabra montés, 10 de venado y 6 de corzo. La cabra montés de Gredos es considerada una de la de mayor interés de España, lo que convierte a la reserva en un destino cinegético de referencia mundial.

Defensa cerrada de la caza
La presidenta de la asociación, María Ángeles Prieto, insistió en que la caza está arraigada en la cultura local y que su gestión responsable es esencial para la seguridad y la salud del ecosistema. «Todo lo que no sea controlado en el territorio va en contra de los pueblos, de la sanidad animal y de la seguridad vial», explicó, señalando la necesidad de una política cinegética que abarque no solo la cabra montés, sino también especies como el lobo.
Carlos García, presidente de la Diputación de Ávila, subrayó que la subasta es un claro ejemplo de cómo los recursos propios del territorio pueden generar riqueza y empleo. «La caza atrae turismo, mejora los servicios y contribuye a fijar población en los pueblos de la sierra», afirmó, reclamando que las administraciones sigan apoyando el medio rural con recursos concretos y no con políticas vacías.
La subasta de Gredos vuelve a demostrar que la caza, gestionada con responsabilidad, puede ser una aliada imprescindible para la sostenibilidad de las zonas rurales. Los 950.000 euros recaudados este año no solo fortalecerán la conservación de la fauna, sino que serán un impulso para las comunidades locales que, gracias a este modelo, ven en la naturaleza su mejor oportunidad de futuro.