El cazador turolense Juan José Fidalgo abatió junto a compañero, hace unos días durante un rececho inolvidable en un coto aragonés, un peculiar corzo que tenía dos grandes luchaderas en su cuerna derecha. Tanto se pudieron acercar al animal aquella mañana que lograron ejecutar el disparo ¡a tan sólo 50 metros de la pieza!

Fidalgo ha narrado a Jara y Sedal cómo consiguieron dar con este peculiar animal cuyas cuernas son realmente llamativas. «El día amaneció complicado, porque había mucha niebla y creíamos que no sería posible recechar, pero poco a poco fue amainándose ésta y logramos salir al monte», explica.

Una vez la niebla desapareció, Juan José y su amigo se dispusieron a recechar unos trigales que lindaban con una zona de monte en la que, en las semanas previas, habían podido avistar a lo lejos a este llamativo animal. «Sabíamos que estaba allí, pero lo difícil iba a ser encontrarlo, y más con las condiciones climatológicas que teníamos, pero no podíamos perder tiempo porque los días pasaban y había que tratar de localizarlo de nuevo», relata Fidalgo.

El corzo contaba con un bonito trofeo de siete puntas y tres luchaderas, dos en su cuerna derecha. © J. J. F.

Justo dos horas después del amanecer, los cazadores conseguían avistar al cérvido. Poco a poco, le recortaron terreno hasta que Juan José se pudo colocar a tan solo 50 metros del animal. Sabía que no podía errar el disparo, pero tampoco podía demorarse mucho en apuntar, ya que un paso en falso podría acabar con el corzo corriendo hacia la zona de monte y perderse para siempre.

Un certero disparo en la paletilla

Juan José apuntó a al codillo del animal con su rifle Blaser R93 en calibre 7mm Remington Magnum y… ¡bingo! La suerte estuvo de su mano y logró abatir sin sufrimiento al bonito macho, que lucía un gran trofeo con dos luchaderas en la cuerna derecha.

Aunque Juan José cuenta con otros bonitos trofeos cobrados, sin duda es este uno de esos cuyo rececho nunca olvidará. Cobrar un corzo con siete puntas y dos magníficas luchaderas en una de sus cuernas tras una entrada para enmarcar no sucede todos los días.

Caza un corzo con más puntas que muchos venados de montería

El corzo y el cazador

El cazador aragonés Germán Lahuerta, natural de la localidad de Borja (Zaragoza), abatió la semana pasada un espectacular corzo con unas gruesas cuernas de 10 puntas y un trofeo con un peso de 650 gramos, todo un portento de cérvido cuyas imágenes ha enviado a la redacción de Jara y Sedal. Así nos lo contó.