El joven cazador catalán Gil Lladó Terricabras, de 19 años de edad y natural de San Bartolomé del Grau, un municipio español de la provincia de Barcelona situado en la comarca de Osona, abatió el pasado sábado 30 de abril un espectacular corzo peluca que, sin duda, es uno de los más destacados de entre los que se han cazado en lo que va de temporada.
Este cazador, que ha enviado las imágenes de la pieza a la redacción de Jara y Sedal, explica que aunque ese sábado había trabajado durante todo el día y estaba bastante cansado, decidió pasarse a última hora de la tarde por un campo de su coto en el que pudo divisar este corzo a lo lejos. «Fui andando hasta el lugar donde se encontraba y conforme avanzaba y lo veía comer, comprobaba que algo tenía en la cabeza que no era normal», explica en palabras a este medio. «Vi que era algo enorme, que llevaba algo imponente… y al final comprobé que se trataba de un peluca», describe Lladó.
Un disparo certero a 100 metros
Jamás había tenido la oportunidad de ver en directo un corzo así, por lo que la sorpresa fue doble: «Me armé de paciencia y tranquilidad y me dispuse a seguir recechando la pieza», colocándose a unos 100 metros del animal aproximadamente. «No me quise acercar más para evitar que se fuese», expone el joven. Rápidamente apoyó su rifle en calibre .270 Winchester Magnum con munición de 130 grains y metió al corzo en su visor: «Apreté el gatillo y cayó a la primera», señala.
Al instante, fue a acercarse a él y la alegría «fue inmensa» cuando lo cobró. «Lo primero que hice fue llamar a un amigo taxidermista, que me detalló todos los pasos que debía hacer para poder naturalizar de pecho a la pieza», señala. «Es, sin duda, el trofeo de mi vida, y tardaré años en conseguir algo similar», confiesa el joven cazador catalán.
Otro genial corzo peluca abatido el pasado fin de semana también en Cataluña
El pasado sábado, el cazador catalán Cristian Calvo, natural de la comarca del Solsonés, situada en la provincia de Lérida, amaneció con gran suerte, ya que se hizo con un corzo peluca en su coto en el que ya es, sin duda, uno de los trofeos más sorprendentes de lo que va de temporada.
La mejor historia de corzos de esta temporada conseguirá un monocular térmico valorado en más de 2.000 euros
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