El cazador aragonés Germán Lahuerta, natural de la localidad de Borja (Zaragoza), abatió la semana pasada un espectacular corzo con unas gruesas cuernas de 10 puntas y un trofeo con un peso de 650 gramos, todo un portento de cérvido cuyas imágenes ha enviado a la redacción de Jara y Sedal.

Lahuerta ha detallado a este medio que en su coto social cuentan con tres días de rececho por cazador y que su turno comenzó el domingo, día 11 de abril.  «Amaneció un día muy malo con lluvia, niebla y frío», por lo que durante esa jornada no tuvo suerte.

«Jamás me imaginaba tener delante de mí a un animal así»

El lunes fue a trabajar y, por la tarde, cogió rifle y prismáticos y fue al monte a hacer una espera en una zona de cañada. «De repente, salió una hembra y, tras ella, un macho. Comencé a prepararme y, a los pocos segundos, salió otra hembra y este otro macho, mejor que el primero. En un principio no sabía el porte que su trofeo finalmente tenía y jamás podría imaginármelo así…», confiesa a esta redacción.

Armado con su rifle Mauser M18 en calibre 7mm Remington Magnum con munición Norma de 160 grains se dispuso para el disparo, que fue efectivo en la zona de la paletilla. «Cuando se acerqué, me puse muy nervioso al ver semejante animal», describe Germán.

Dos imágenes de la espectacular cuerna del animal. © G. L.

«Como iba solo, no pude realizarme fotos con él, tan sólo del animal. Ya en casa, sí que pude hacerme fotografías que quedarán para mi recuerdo», explica.

Así es el trofeo: 10 puntas y unas anchas rosetas

El trofeo del animal cuenta con «dos gruesas cuernas» que tienen 10 puntas en total, junto con «unas también anchas rosetas», explica el cazador. Se trata de un trofeo medalla de oro y que, según repite Germán, es «tremendamente ancho, aunque no es demasiado alto». Las rosetas son también «muy anchas y perladas». Germán concluye detallando que hará de pecho al cérvido en la taxidermia, cuyo trofeo ha dado un peso en verde de 650 gramos.

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Caza un corzo de ocho puntas con la cuerna llena de perlas en Cuenca

El cazador J. M., cuya identidad prefiere mantener en el anonimato, abatió el pasado fin de semana un espectacular ejemplar de corzo cuyo trofeo podría ser medalla de oro. Se trata, además, del primer ejemplar de este porte que se caza en la historia de su coto social, que hace tan sólo unos lustros que permitió la caza de los pequeños cérvidos tras extenderse por esta provincia castellanomanchega. Así dio con él.