El jovencísimo cazador madrileño Juan Roque Martín, de 18 años, abatió el pasado sábado 6 de junio, en el coto social de la localidad madrileña de Robregordo, un extrañísimo corzo que tenía una extraña cuerna doblada y que, además, tenía la lengua completamente negra.

El paradigmático cérvido lo abatió sobre las 21:00 horas de la noche después de todo un día de rececho, ya que era la única jornada en la que esta sociedad madrileña de 18 cazadores –que sólo permite el acceso si eres del pueblo o hijo del pueblo- permitía a Juan Roque cazar corzos en toda la primavera.

«Repartimos entre los dieciocho socios que somos los días para poder salir a cazar con los siete precintos de corzo con los que cuesta el coto. Justo ese fin de semana nos tocó a mi padre y a mí. Si no hubiésemos abatido ese, nos hubiésemos ido de vacío», explica Juan. «Llevábamos todo el día cazando y a última hora de la tarde, a las 21:00 horas, mirando por los prismáticos un barranco y vimos a este raro ejemplar», relata.

Un lance tenso con el corzo mirando

«Lo vimos a unos ochenta metros en la ladera de enfrente. Llevaba el rifle descargado y metí dos balas con sumo cuidado para que el movimiento no le espantase -ya que el animal estaba de culo pero con la cabeza girada mirando-, me apoyé con la rodilla en el suelo y el codo sobre la otra rodilla y justo cuando le apunté, se me cruzó y conseguí acertar», asegura el joven sobre el lance que realizó con su rifle Santa Bárbara en calibre .300 Winchester Magnum, su visor Nikon y munición Winchester.

Detalle del trofeo del animal. / J.R.M.

«Fuimos a cobrarlo y fue cuando nos dimos cuenta de la tremenda sorpresa. Dimos la vuelta a la pista con el coche, me acerqué, vi el corzo, vi el cuerno que tiene bien y, al levantarlo, pensé que tenía el cuerno roto… pero cuando lo vi más de cerca me quedé sin palabras», confiesa. En total tenía tres puntas en una cuerna y, en la otra, una punta en forma de garfio, la luchadera también en forma de garfio hacia atrás y otra que «parecía que estaba partida», describe Juan Roque.

¿Por qué tenía la lengua negra?

Jara y Sedal ha contactado con Ciencia y Caza para responder a la pregunta de por qué tenía la lengua negra –el joven asegura que tenía una cicatriz en la zona del cuello de una antigua pelea– y el científico Carlos Díez no encuentra respuesta a este hecho. «No parece algo infeccioso. Quizá más alguna lesión local o incluso un problema genético», ha declarado.

Caza un viejo corzo de tres cuernas, siete puntas y con un bulto en el cuello

Caza un viejo corzo de tres cuernas, siete puntas y con un bulto en el cuello
Miguel Deza con el corzo. / M. D.

El cazador aragonés Miguel Deza, natural de la localidad zaragozana de Paniza, ha batido en el amanecer de este sábado 6 de junio un espectacular corzo de tres cuernas, siete puntas y con un raro bulto de grasa en el cuello. Te lo contamos en este enlace.

El bestial corzo de 11 puntas casi 200 puntos

Miguel Deza padre, de 76 años, es uno de los pocos cazadores que han tenido la oportunidad de abatir un corzo de 11 puntas. Aunque el lance tuvo lugar el año pasado, ha sido ahora cuando se ha animado a sacarlo a la luz a través de Jara y Sedal. Esta es su historia.