El 2 de marzo de 2022, Castilla-La Mancha aprobaba el Decreto 15/2022, que incluía la prohibición del uso de munición con plomo en la caza, efectiva tras un periodo transitorio de tres años. Ahora, con la entrada en vigor de esta restricción, los recechos en determinados terrenos públicos y la caza en puestos fijos de media veda en las mismas zonas quedan sujetos a esta limitación, a pesar de la prórroga general hasta 2028 para el resto de acotados.
Un golpe directo a la caza en terrenos públicos
Así lo ha establecido la Resolución publicada hoy en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha. La medida, que afecta a los cotos sociales, zonas colectivas de caza de titularidad pública y montes de utilidad pública, supone un serio contratiempo para los cazadores que practican estas modalidades. A partir de ahora, en estos espacios solo podrán usarse municiones alternativas, como el acero o el bismuto, materiales que presentan serias limitaciones técnicas y económicas.
Desde la Administración se justifica la decisión en base a la supuesta contaminación que genera el plomo en el medio ambiente, obviando las enormes dificultades que supondrá esta transición para el colectivo cinegético. La Consejería de Desarrollo Sostenible argumenta que la prohibición se aplica en modalidades donde no se identifican riesgos para las personas, sin tener en cuenta que las alternativas al plomo, lejos de ser inofensivas, incrementan el peligro para los cazadores debido a fenómenos como el rebote de los proyectiles de acero.

¿Puedo por tanto usar munición de plomo en mi coto de caza?
Si tu coto se encuentra en Castilla-La Mancha y se trata de terrenos privados, podrás seguir utilizando munición que contenga plomo al menos hasta el 31 de marzo de 2028. No obstante, si tu coto de caza es un coto social, una zona colectiva de titularidad pública o parte de él contiene terrenos catalogados como monte de utilidad pública, no podrás utilizar munición de plomo en los recechos y en media veda en puestos fijos, sí en el resto de modalidades.
No obstante, la Resolución establece que «contra la presente resolución, que no pone fin a la vía administrativa, podrá interponerse recurso de alzada ante la persona titular de la Consejería de Desarrollo Sostenible en el plazo de un mes, contado a partir del día siguiente al de su publicación en el DOCM, conforme a lo dispuesto en los artículos 121 y 122 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas».
Alternativas costosas y peligrosas
El acero, la opción más accesible, es conocido por su alta capacidad de rebote y fragmentación, lo que aumenta drásticamente la probabilidad de accidentes en el campo. Por otro lado, el bismuto, más seguro, es prohibitivamente caro: su precio puede ser 50 veces superior al del plomo, disparando los costes de los cartuchos a niveles inasumibles para muchos aficionados.
A esto se suma que la mayoría de las escopetas con más de 20 años no están preparadas para disparar municiones alternativas, lo que obligará a numerosos cazadores a sustituir sus armas con el consecuente desembolso económico. Esta realidad convierte la prohibición en una medida excluyente que amenaza con dejar fuera de la actividad a miles de cazadores.
Impacto en los campos de tiro y la seguridad

Las consecuencias de esta restricción no se limitarán al terreno cinegético. Los campos de tiro, fundamentales para la formación y seguridad de los cazadores, también se verán gravemente afectados. Un estudio reciente advierte que el 95% de los campos de tiro europeos tendrán que cerrar si la prohibición del plomo se extiende, eliminando espacios esenciales para la práctica y perfeccionamiento de los tiradores.
Esta pérdida de infraestructuras tendrá un impacto directo en la seguridad de la actividad cinegética, ya que los cazadores tendrán menos oportunidades de entrenar con las nuevas municiones, cuya balística difiere significativamente de la del plomo. Sin la posibilidad de adaptarse progresivamente, el riesgo de incidentes aumentará de forma alarmante.
La amenaza de una prohibición total en Europa
Mientras Castilla-La Mancha impone esta restricción parcial, la Unión Europea avanza hacia una prohibición total del plomo en la caza. La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) ha presentado un borrador de reglamento que contempla la eliminación completa de esta munición en un plazo de cinco años para la caza menor y de 18 meses para la caza mayor.
La UE propone prohibir ya la munición de plomo en la caza ignorando a la ciencia y cediendo al lobby ecologista
Este nuevo ataque al sector cinegético se basa en estudios cuestionables que magnifican los riesgos del plomo y minimizan las devastadoras consecuencias de su prohibición. El impacto económico y social de esta medida será catastrófico, poniendo en peligro no solo la tradición cinegética, sino también los importantes beneficios que la caza aporta al mantenimiento de los ecosistemas rurales.
Un futuro incierto para la caza
La decisión de Castilla-La Mancha de no prorrogar la prohibición en ciertas modalidades, junto con las presiones crecientes de Bruselas, coloca al sector cinegético en una situación límite. Los cazadores, que han demostrado durante años su compromiso con la conservación y la gestión sostenible de la fauna, se sienten abandonados por unas administraciones que parecen ignorar las implicaciones reales de sus decisiones.
Si la tendencia continúa, la caza tal y como la conocemos podría desaparecer, llevándose consigo un pilar esencial del mundo rural y dejando a miles de familias sin su principal fuente de ingresos. Es necesario que las autoridades recapaciten y trabajen en soluciones equilibradas que garanticen la sostenibilidad del medio ambiente sin sacrificar un sector vital para la economía y la cultura de nuestro país.