Los pasados 28 y 29 de mayo se celebró en Garralda (Navarra), la XXII Asamblea General del Club de Cazadores de Becada (CCB), entidad que gestiona La Casa de la Becada, que ahora cumple dos años. Ésta es una idílica reserva dedicada al estudio de esta ave puesta en marcha por el citado club y que representa un laboratorio al aire libre donde estudiar a la «Dama», como sus creadores denominan a la emblemática especie.
Anillamiento científico, pruebas del Máster CCBP de perros de muestra, censos con perro sin muerte, equipamiento con dispositivos de seguimiento por satélite, censos de becadas nidificantes… son solo algunos de los proyectos que desarrollan en la Casa de la Becada y que fueron expuestos en estas jornadas al cumplirse dos años.
También funciona como punto de encuentro para los socios del CCB, un buen lugar para celebrar asambleas, cursos de formación y reuniones de la Junta Directiva.
Algunos de los resultados obtenidos
En estas jornadas se presentaron los resultados obtenidos en los dos años de vida de la Reserva de la Becada de Garralda. Entre ellos, de anillamientos científicos, censos de becadas con perro, radioseguimiento por satélite y convencional o censos de becadas nidificantes.
Según expone Miguel Minondo en la web de La Casa de la Becada, «los trabajos de anillamiento en Garralda fueron esporádicos hasta la primavera de 2020, fecha en la que comenzamos a realizar salidas de anillamiento con mayor frecuencia». Desde ese momento cinco han sido los anilladores que con mayor o menor intensidad han trabajado en la Reserva, todos ellos pertenecientes al Grupo «Scolopax» de la Oficina de Anillamiento de Aranzadi.
Desde febrero de 2020 se han realizado 71 salidas o sesiones de anillamiento nocturnas, consistentes en realizar un recorrido por las praderas de alimentación de las becadas, en las que estas aves son capturadas con la ayuda de una red, anilladas, pesadas y se determina su edad a través de la lectura de ciertas plumas del ala.
Otra de las herramientas para observar la abundancia de becadas y su tendencia son los recorridos a pie por la reserva acompañados de perros especialistas que detectan a las aves hasta que levantan el vuelo. En estos censos se anotan todas las becadas avistadas, duración del recorrido, así como otros parámetros de vegetación, meteorología, etc. y se vuelcan en una aplicación web creada para este fin.
Otra cantidad de becadas nada desdeñable nidifica en la Península Ibérica, concentrada principalmente en los sistemas montañosos del tercio norte. Aunque nunca alcanza grandes densidades, sabemos gracias a estos muestreos que tenemos becadas que sacan su prole en áreas de la Cordillera Cantábrica, Pirineos y Sistema Ibérico.
Por otro lado, el anillamiento ofrece la posibilidad de marcar numerosos ejemplares de una especie, pero la recogida de datos que dichos animales pueden ofrecer queda reducida a los correspondientes al día de su marcaje y captura. La utilización de técnicas de radio-telemetría permite el seguimiento continuo de los animales objeto de estudio durante un periodo de más de dieciséis meses con lo cual permite abarcar el periodo de migración completo de la especie.
Por eso desde la temporada 2021/22 y gracias al apoyo brindado por la Sección de Caza del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, han comenzado a marcar becadas con estos dispositivos, proyecto que continuará en la próxima temporada y cuyos resultados esperan obtener a más largo plazo.