El pescador catalán Jonathan Losa Julián, natural de la localidad de Ribarroja de Ebro (Tarragona) ni se imaginaba que el pasado 7 de marzo, cuando se disponía a pasar un agradable día de pesca junto a sus amigos Cruz Martínez Márquez y Marc Esteve, iba a vivir una de las jornadas más importantes de su vida.

Aunque lleva poco tiempo ‘picado’ por el carpfishing, esta captura ha terminado de introducirlo de lleno en esta modalidad: «Llevo pocos meses, pero esto sin duda ha hecho que crea de verdad en que se pueden conseguir auténticos monstruos», dice en sus primeras palabras a Jara y Sedal el pescador.

Así fue la picada: «Llegué unos segundos tarde y ya casi se había llevado todo el hilo»

El pescador con la carpa. © J. R.

A las 5:30 de la mañana, los tres amigos comenzaron a montar su equipo en el embalse de Flix, en la provincia de Tarragona, bañado por las aguas del río Ebro. «No había hecho más que tirar la caña incluso a boilie perdido, porque creía que se me había salido del anzuelo, cuando sentí un increíble tirón», explica sobre el momento de la picada a un boilie casero Tigercookies de krambaits realizado por su amigo Marc y que próximamente saldrá a la venta. Además, se da la particularidad de que previamente no habían cebado la zona, sino que habían decidido probar suerte ese día sin más.

«Llegué unos segundos tarde y ya casi se había llevado todo el hilo, si llego a tardar un poco más, no sé qué hubiese sido de la caña», señala a este medio el pescador. En ese momento comenzaba una lucha cuerpo a cuerpo en la que el pescador debería utilizar la lógica y la inteligencia frente a la fuerza bruta del ciprínido, que intentaba zafarse a toda costa. Agarró bien su caña Fox Eos 13ft 3.5lb, no malgastó su oportunidad con su carrete Big Baitrruner Shimano 14000 y su línea Awashima de 0.37 milímetros, puso su cabeza a funcionar… y su interior a sentir.

20 minutos de dura lucha

Medición de la carpa. © J. R.

Fueron 20 minutos de dura lucha desde el momento de la picada en los que el pescador seguía atento los consejos de sus amigos Cruz Martínez Márquez y Marc Esteve, más experimentados que él en esta modalidad. La «gloria», como así define el momento en el que la carpa asomó a unos cuatro metros de la orilla, fue ver que no era un siluro: «Por la forma de tirar, en todo momento pensábamos que no se trataba de una carpa, pero ver que al final era un ciprínido y una royal nos puso la piel de gallina».

¿Récord del Ebro?

Los tres amigos con la carpa royal, en la que se ve la herida. © J. R.

Jonathan asegura que ha preguntado durante todos estos días para saber cuál es el mayor ejemplar que se ha capturado en la zona «y pescadores profesionales me han asegurado que la carpa más grande capturada en el Ebro fue una de 28 kilos capturada en el año 2018 en Mequinenza».

Otro dato curioso es que el tremendo ejemplar presentaba una cicatriz en su costado derecho. El joven pescador que la capturó asegura que seguramente habría sido provocado por un alambre de los que sobresalen en el puente que cruza el pantano. Este es el momento del pesaje.

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Pesca una carpa royal récord de 28 kilos en Orellana: «Era más vieja que yo»

Raúl, con la carpa royal. © R. M.

«Cuando la vi en la orilla, rompí a llorar». Es la confesión que el pescador pacense Raúl Sánchez Mendoza acaba de hacer a Jara y Sedal después de haber logrado, en días pasados, capturar una carpa que, sin duda, ya es una de las más imponentes logradas sobre esta especie en el embalse de Orellana (Badajoz). Así nos lo contó.