La Guardia Civil ha investigado a un grupo criminal muy activo asentado en el núcleo chabolista de El Vacie, en el sector norte de Sevilla capital, especializado en robos y hurtos en explotaciones agroganaderas, así como en el robo de galgos y otros perros de caza o defensa. Según ha informado Europa Press, el cabecilla ya ha sido ingresado en prisión sin fianza.
La denominada Operación Suarfend, se inició con la finalización hace escasas semanas de los cierres perimetrales de la mayoría de los municipios de las comarcas de la Sierra Morena y la Vega del Guadalquivir, detectándose un aumento de robos cometidos en explotaciones agrícolas, ganaderas y zonas aisladas, sobre todo, cítricos, metales y animales, como galgos u otros perros dedicados a la caza o defensa de instalaciones aisladas.
Por ello, efectivos de Guardia Civil especializados en la investigación de este tipo de delitos establecieron dispositivos de vigilancia hasta detectar el movimiento de un grupo de personas que ya había sido objeto de investigaciones en numerosas operaciones policiales, con el denominador común de estar todos sus miembros avecindados en El Vacie y contar todos ellos con multitud de antecedentes por la comisión de hechos similares.
Durante la investigación, se pudo comprobar cómo los encartados hacían uso de menores de edad para cometer los robos, intentando siempre cometer pequeños hurtos para que, en el caso de ser descubiertos, la condena a imponer fuese la mínima, como es la pena de multa, logrando así eludir la acción de la justicia, por declararse siempre personas insolventes.
Una vez plenamente identificados todos los miembros del grupo criminal, la Guardia Civil intensificó los servicios para detenerlos, teniendo constancia de que el cabecilla, catalogado por las fuerzas y cuerpos de seguridad como persona violenta, tenía una orden de detención en vigor por el Juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla, relacionada con un delito de maltrato animal.
Robo y huida
A finales de marzo, la Guardia Civil tuvo conocimiento de la comisión de un robo de cuatro perros y metales de diverso valor en una parcela de Guillena, donde se había visto implicado un vehículo perteneciente al cabecilla del grupo criminal investigado. Durante la huida, había arremetido con su coche contra el de las personas a las que había robado, causándoles lesiones y daños en el vehículo, y por la forma de conducir manifiestamente temeraria, había generado un grave peligro para el resto de usuarios de la vía.
Por ello, la Guardia Civil estableció un amplio dispositivo que finalizó con la rápida localización y detención del conductor y principal autor de los hechos en el asentamiento de El Vacie, mientras trataba de ocultar el vehículo implicado. Además, fueron recuperados los efectos sustraídos, mientras los perros fueron abandonados en la huida, presumiblemente con la intención de deshacerse de las pruebas del delito.
La operación, que aún no ha finalizado, cuenta ya con la investigación de otras dos personas más como cooperadores necesarios de los delitos investigados. Igualmente, se investiga la vinculación de otras personas del grupo con una serie de delitos que se han constatado por la zona, y que tienen un modus operandi similar.
A disposición judicial
El detenido, tras la detención e instrucción de diligencias, fue puesto en primera instancia a disposición del magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla, el cual le tomó declaración por el delito de maltrato animal por el cual tenía la orden de detención en vigor.
A continuación, el detenido pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla, en funciones de guardia de detenidos, cuya magistrada decretó su inmediato ingreso en prisión sin fianza como autor de un delito de robo con violencia e intimidación, un delito contra la seguridad del tráfico y otro de lesiones.
Por otra parte, la Guardia Civil también le ha abierto diligencias por otro delito maltrato animal, ya que solo se ha encontrado a uno de los perros sustraídos y abandonados por los autores, certificando un veterinario que el animal posee lesiones y heridas recientes a consecuencia de su abandono, totalmente compatibles con el hecho de haberlos arrojado del vehículo en marcha durante la huida.