Un brote de viruela ovina ha obligado a sacrificar 20.000 ovejas y 8.000 corderos a ganaderos de la localidad conquense de Villaescusa de Haro. Durante 25 días se han estado sacrificando las ovejas del ganadero Antonio González hasta sumar 19.938 cabezas, además de casi otros 8.000 corderos y otras 200 ovejas de otras explotaciones del municipio.

En declaraciones al diario El País, González asegura: «Si estoy en mi oficina y veo donde antes estaban las ovejas, me echo a llorar». «Yo calculo que unos cinco años tardaré en volver a recuperar todo el nivel de producción», explica. «El primer año se pierde todo. Hasta volver a producir algo, el segundo año, las pérdidas son del 80%, el tercer año del 60%, el cuarto del 40% y el quinto del 20%», asegura Antonio, propietario también de una quesería en Villaescusa de Haro.

Una vez pasados 30 días desde que se han concluido los trabajos de limpieza y desinfección, se introduce un ‘ganado centinela’, que será el que determine si la explotación está libre del virus. A los 14 días se hace una primera inspección y a los 45 una segunda. Si esta última sale bien, el ganadero podrá reintroducir a todos los animales.

Nueva resolución este viernes sobre más casos en Cuenca

Precisamente desde la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha han publicado este viernes 30 de diciembre una Resolución por la que se determinan las medidas sanitarias a seguir ante la declaración de focos de viruela ovina y caprina también en los municipios conquenses de La Alberca de Záncara y Tébar.

Estas medidas irán enfocadas a aquellas explotaciones de ganado ovino y caprino que no estén incluidas en las zonas de restricción establecidas actualmente, con el fin de intensificar las medidas de control que permitan conseguir la erradicación definitiva de la viruela ovina y caprina.