Con esta polémica medida las autoridades belgas pretenden poner freno a la superpoblación gatuna que sufre el país. Las multas para quien no esterilice a su gato oscilan desde los 50 a los 100.000 euros. 
4/4/2018 | Redacción JyS

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La reproducción masiva e incontrolable de los gatos callejeros ha supuesto un grave problema para Bélgica, la cual ha propuesto medidas drásticas para su control. Solo en Flandes, una región con 6,5 millones de habitantes, se estima una población de 1,1 millones de gatos.
Por ello, y para evitar que a mayoría de los gatos acaben en una perrera o sacrificados, el gobierno belga ha instaurado una nueva medida en la que todo minino de más de seis meses que se encuentre en el país deberá estar esterilizado. Además de esto, todos los gatos deben ir identificados obligatoriamente mediante microchip.
El responsable de Bienestar Animal en Flandes, Ben Weyts declaró que «quien quiera tener a su gato, debe esterilizarlo. De lo contrario, tendrá que hacerse cargo de las docenas de descendientes que acaban en las calles, en albergues o que son sacrificados». Y es que en Valonia —ciudad que aproximadamente dobla en tamaño a la Comunidad de Madrid pero tiene la mitad de su población—, las autoridades recogen aproximadamente 30.000 gatos al año, de los que 10.000 son sacrificados. 

El coste de la esterilización oscila entre los 75 y 150 euros

Según explicó Michel Vandenbosc, presidente de GAIA, «el objetivo, obviamente, no es que los gatos domésticos desaparezcan. Se trata de lograr un equilibrio entre las adopciones y los abandonos en los refugios, así como de frenar la afluencia continua de gatos callejeros». El mensaje es claro, si quiere asegurar el bienestar de los felinos, esterilice a su gato.
Además, aparte del control poblacional, también esterilizar a un gato alarga su calidad de vida. «La operación alarga la esperanza de vida, disminuye el riesgo de enfermedades, así como su agresividad y los sonidos molestos que hacen las hembras en celo», defendía entonces Bianca Debaets, política belga involucrada en la nueva medida.
Desde que se aprobara esta medida, en el mes de enero, la responsable de Bienestar Animal de la Región de Bruselas destinó el año pasado 92.850 euros a sufragar parte de la esterilización de los gatos domésticos. Sin embargo, los ciudadanos que tengan que esterilizar a partir de ahora deberán sufragar el coste de 150 euros en el caso de las hembras y los 75 en de los machos. 
Aunque la medida se instauró en enero su obligatoriedad total dará de margen hasta 2020. Las personas que posean un gato y no esté esterilizado se arriesgarán a ser multadas con cantidades que oscilan desde los 50 euros, hasta los 10.000 –en Valonia– o los 100.000 euros en Bruselas.
Michel Vandenbosc, apoyó la iniciativa afirmando que «es la manera más humana posible de resolverlo». Esta restrictiva medida ha sido apoyada por asociaciones animalistas de toda Europa como solución para quitar de raíz el problema.