Vecinos del municipio lucense de Xove avistaron este jueves a un lobo corriendo tras un corzo en la zona de Bael, lugar situado entre las parroquias de San Cristobo y Sumoas, según ha informado el Progreso.
El avistamiento sucedía poco después de conocer el ataque a la explotación de un ganadero local al que los cánidos le habrían matado dos ovejas que aparecieron devoradas casi en su totalidad en una finca próxima a las casas del pueblo.
Más de una manada en la zona
El hecho de que se produjera ese ataque y viesen a otro animal en otra zona más cercana al área de costa durante la misma jornada hace que entre los vecinos se baraje la hipótesis de que haya más de una camada de depredadores en la zona.
La continuidad de los siniestros por ataques del lobo causa gran preocupación entre el vecindario del concello xovense. El alcalde, Demetrio Salgueiro, destaca a El Progreso que «los ataques no se han detenido, todavía muchos de ellos afectan a las personas que tienen granjas ganaderas», gran parte de ellas de subsistencia. Por esta razón, el regidor ha solicitado a la Xunta que adopte alguna medida para paliar esta situación: «Pedimos que se tome algún tipo de medida y estamos esperando a ver qué deciden».
El alcalde asegura que no tiene nada en contra de los lobos, pero «la gente que tiene una granja también tiene derecho a preservar a sus animales, ya sean ovejas, caballos o vacas, ya que les ha costado mucho trabajo tenerlos para vivir de ellos».
Las indemnizaciones solo cubren parte de los daños
Según el alcalde la presencia del depredador causa inquietud porque «la zona costera no es el hábitat natural del lobo, ni es normal que esté en las calles de un núcleo urbano», señala.
Algunos de los vecinos de la localidad afectados por los ataques reclamaron hace un mes la realización de alguna batida. La situación estaría siendo objeto de estudio por parte de los responsables de la Consellería de Medio Ambiente, según indica al citado medio el regidor xovense. Entretanto, los ganaderos afectados solo pueden solicitar la presencia de agentes de la Xunta para que verifiquen los daños y solicitar la indemnización que les corresponda, que solo cubrirá parcialmente los daños.