Las autoridades australianas han anunciado que van a empezar a desplegar grandes medios para erradicar los gatos asilvestrados que están causando estragos en la fauna endémica. A diferencia de lo sucedido en España con la ley animalista, allí el Gobierno ya ha decidido poner fin a esta preocupante situación.
A estos felinos callejeros se les atribuye la extinción de 28 especies animales desde que fueron introducidos en su territorio. Es por esto que, en las zonas donde sus daños son especialmente notables, el estado de Australia Occidental va a poner en marcha un plan de erradicación a cinco años.
Robots para matar gatos asilvestrados en Australia
Como parte de él, una de sus iniciativas será el despliegue de ‘robots matagatos‘. Al leer esto, seguro que son muchas las mentes que viajan a bordo de la imaginación para tratar de dar forma a estos curiosos aparatos.
Pues bien. Su estética y sus funciones recuerdan a pequeños radares de tráfico, aunque con la diferencia de que estos no solo toman fotos. Los robots cuentan con láseres y cámara, de modo que pueden reconocer a los gatos y distinguirlos de otras especies que se supone que deben proteger. En el caso de que uno de los felinos se acerque demasiado, le rociará con un gel tóxico que, una vez ingerido, es mortal.
Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas
Este plan no se ha elaborado de un día para otro, ni mucho menos. En Australia, los gatos son una especie invasora y dos tercios de su población son salvajes. Según apuntan las estimaciones de los científicos, estos matan a más de cinco millones de animales cada día en el continente. Y esto sin contar a los invertebrados.
Por lo tanto, representan una auténtica amenaza para la supervivencia de más de 120 especies. Estos robots serán los encargados de intentar reducir una población de gatos salvajes que ya supera los seis millones.
España sigue protegiendo a los gatos callejeros
En el otro lado de la moneda está España. La reciente ley animalista del Gobierno de Pedro Sánchez quiere blindar a los gatos callejeros. Ha ignorado las muchas advertencias que los expertos le han hecho llegar acerca de estos animales.
Son los responsables de la extinción de 63 especies animales. El programa Equipo de Investigación de La Sexta abordó este asunto y el científico Christian Cortázar avisó que «los gatos no confinados causan impactos negativos que afectan a la habitabilidad en el medio urbano y a la salud pública». Además, aseguró que «más de 800 científicos españoles expresamos nuestra preocupación porque la nueva ley de bienestar animal lo que hace es representar solo a un sector de la sociedad, digamos al sector animalista, el que piensa en el animal individuo».
Del mismo modo, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, descubrió que ««además del riesgo de estar expuestos a enfermedades que luego pueden llevar a los humanos de sus familias, como la rabia y la toxoplasmosis, los gatos al aire libre amenazan la vida silvestre nativa».
Nada de esto importó a la hora de elaborar la Ley de Bienestar Animal. Si un posible nuevo Gobierno no deroga dicha ley, su texto prohibirá expresamente el control de los gatos callejeros y asilvestrados a partir de su entrada en vigor en el mes de septiembre.