Hace ocho años dos cetreros de Sax (Alicante), tuvieron la idea de ayudar en la integración de personas con discapacidad. Nació entonces Magic Eagle, una asociación que desde hace tres años realiza terapias con aves rapaces. Sin embargo ahora se encuentran con una traba: no pueden seguir investigando sobre esta materia.
9/3/2017 | Redacción JyS

Martínez cazando con una de sus aves. Foto: Magic Eagle
Martínez cazando con una de sus aves. Foto: Magic Eagle

Magic Eagle nació de la mano de dos cetreros que cazaban con sus aves en un coto privado de la provincia de Alicante. Estas dos personas tuvieron la idea de ayudar a personas con discapacidad a través de terapias asistidas con animales para incrementar su independencia. Una idea novedosa dentro del mundo de este tipo de tratamientos.
Cuando se habla de sesiones terapéuticas con animales nuestra mente nos lleva directamente a pensar en rehabilitación con caballos o perros. Pero lo cierto es que estos últimos, dada la proximidad de la sociedad a ellos como animales de compañía, no siempre producen los mismos efectos.

Cada terapia es diferente

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Martínez durante una terapia con una de sus aves. / Foto: Magic Eagle

Es en este aspecto en el que la asociación que preside Juan Francisco Martínez difiere del resto. Ellos, las cinco personas que actualmente componen el equipo de Magic Eagle, asisten a niños con discapacidad con aves rapaces desde hace tres años. Este tipo de animales al ser novedosos para la mayoría de personas, dado que no se suele estar familiarizado con su trato, pueden llegar a producir efectos muy positivos en la rehabilitación e integración de personas con diferentes trastornos.
Cada terapia es distinta, para ello, cuando un centro de educación especial se pone en contacto con esta asociación, estudian cada caso con distintas necesidades, y es ahí donde entran en juego los distintos colaboradores de la asociación: psicólogos, fisioterapeutas y técnicos en el manejo de aves rapaces como Martínez, entre otros.
La asociación Magic Eagle, ha tratado con personas con síndrome de Down, trastornos de la personalidad, parálisis cerebral o autismo de manera muy satisfactoria y logrando grandes avances. Martínez relataba a jaraysedal.es cómo un niño con parálisis cerebral “consiguió abrir su mano para tocar y acariciar” a una de sus aves, cosa que no habían conseguido distintos fisioterapeutas.

Trabas y más trabas

Estos tratamientos que lleva a cabo la organización asentada en Sax (Alicante) son ofrecidos de manera gratuita, pero es aquí donde se encuentran con el primer problema. Según relata Martínez a jaraysedal.es, esta forma de ayuda a personas con discapacidad precisa de unas investigaciones previas llevadas a cabo por universidades que sí que cobran por esta tarea.
Martínez cuenta que han tenido que pedir un crédito para hacer frente a estas tareas de investigación para poder seguir ejerciendo su labor altruista, ya que pese a las peticiones realizadas tanto a la Diputación de Alicante como a la propia Generalitat de la Comunidad Valenciana no han recibido ninguna ayuda. Además, se encuentran con que algunos políticos de la zona están en contra de la cetrería ya que siguen la corriente animalista, según denuncia el presidente y fundador de Magic Eagle.

Los efectos que producen estas terapias pueden llegar a ser inmediatos, según el presidente de Magic Eagle. / Foto: Magic Eagle
Los efectos que producen estas terapias pueden llegar a ser inmediatos, según el presidente de Magic Eagle. / Foto: Magic Eagle

Por todo ello, han tenido que declinar invitaciones desde puntos alejados de la Comunidad Valenciana para implantar este tipo de tratamientos en otros centros educativos y centros de ayuda a personas con discapacidad. No pueden costear el modo de transporte tanto para ellos como para las rapaces que emplean, ni los de los profesionales que colaboran puntualmente en estas terapias.
Pero no por ello se rinden. Desde Magic Eagle ahora están en conversaciones con distintos centros de menores para intentar sacar adelante un proyecto pionero, en el que pretenden trabajar con menores conflictivos y hacer un programa de reinserción a través de la cetrería con distintas terapias que están siendo estudiadas por psicólogos.